Rechazan que revelaciones de Wikileaks causaron daño a alguien

Londres, 16 sep (Prensa Latina) Los dos testigos presentados hoy por la defensa en el juicio de extradición de Julian Assange coincidieron en negar que las revelaciones hechas por Wikileaks pusieran en peligro la vida de personas, como asegura Estados Unidos.


El periodista estadounidense John Goetz, quien supervisó la publicación de las filtraciones cuando trabajaba en el diario alemán Der Spielger afirmó, por ejemplo, que Assange fue muy insistente en que no salieran a la luz materiales sin editar.


Parte del acuerdo con Wikileaks fue que Assange insistiría siempre en que la información y las comunicaciones se manejaran de formar segura, aseveró Goetz, al prestar declaración mediante videoconferencia ante la corte londinense encargada de decidir sobre la extradición del periodista australiano.


Aunque el Departamento de Justicia estadounidense presentó 17 cargos por espionaje y uno por piratería informática contra el ciberactivista, los fiscales afirman que no lo quieren juzgar por la publicación de miles de archivos secretos de la diplomacia y los militares norteamericanos, sino por poner en peligro la vida de personas cuyos nombres se mencionan en los reportes.


Goetz negó, sin embargo, tales aseveraciones, y afirmó que cuando otros medios publicaron por primera vez la información el 25 de julio de 2010, Wikileaks retrasó la entrega de 15 mil documentos, como parte de lo que Assange llamaba «proceso de minimización de daños».


Según el testigo, no existen razones para creer que el periodista australiano, quien podría ser condenado a 175 años de cárcel si es extraditado a Estados Unidos, haya publicado alguna información consciente de que pudiera dañar a otra persona.


En la sesión vespertina, el equipo legal del fundador de Wikileaks llamó a declarar a Daniel Ellsberg, quien fue la persona que filtró a la prensa un estudio secreto del gobierno estadounidense sobre la guerra de Vietnam en 1971.


El famoso informante de los llamados Papeles del Pentágono, y quien al igual que Assange fue acusado de espionaje, pero no pudo ser condenado por errores cometidos por la fiscalía durante el proceso, comparó su caso con el del periodista australiano, en tanto ambos ayudaron, dijo, a tomar conciencia sobre lo crímenes e ilegalidades cometidos por los militares estadounidenses.


Ellsberg también recalcó que no existen evidencias de que los documentos publicados por Wikileaks hayan provocado la muerte de alguna persona.


Assange, a quien mantienen aislado tras un panel de cristales al fondo de la sala, interrumpió al fiscal que interrogaba al testigo, pero sus palabras fueron inaudibles para los periodistas que siguen el juicio por medio de una conexión remota.


Lo que se escuchó fue la reprimenda de la jueza Vanessa Baraitser, quien lo conminó a guardar silencio, o se vería obligada, dijo, a sacarlo de la corte.


El juicio de extradición, que se reanudó el 7 de septiembre en el tribunal londinense de Old Bailey, luego de una demora de varios meses debido a la pandemia de Covid-19, podría durar hasta finales de mes, y es muy probable que la parte perdedora apele el veredicto.

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