Descubren en Venus aminoácido formador de proteínas en seres vivos

Washington, 17 oct (Prensa Latina) Un estudio de la Universidad Cornell de Estados Unidos encontró en la atmósfera del planeta Venus, glicina, sustancia fundamental para dar vida, que se encuentra con mayor frecuencia en las proteínas animales, según trascendió hoy.


De acuerdo con la investigación, la detección de glicina en la atmósfera de Venus podría ser una de las claves para comprender los mecanismos de formación de moléculas prebióticas en ese planeta.


«La atmósfera superior de Venus puede estar pasando por casi el mismo método biológico que la Tierra hace miles de millones de años», refiere el artículo.


Los investigadores no notaron diferencia entre las concentraciones diurnas y nocturnas de glicina y resaltan que, si bien este descubrimiento hace sospechar que exista vida en Venus, aún no es una prueba firme para comprobar esa teoría.


En la Tierra, la glicina se produce en procesos biológicos, pero es probable que en Venus lo haga por otras reacciones fotoquímicas y geoquímicas no comunes en nuestro planeta, subrayan los científicos.


Hace aproximadamente un mes, expertos de Reino Unido y Estados Unidos detectaron también fosfina en la atmósfera de Venus, un gas con posible origen biológico y presente en la Tierra.


Los especialistas señalaron que la cantidad de fosfina en Venus es 10 mil veces más alta que la producida por métodos no biológicos, aunque eso no significa automáticamente un descubrimiento de vida en Venus, pues este gas puede formarse por procesos naturales desconocidos.


Algunos análisis sobre la posible existencia de vida en Venus indican que, a pesar de su similitud con la Tierra en cuanto a tamaño, masa y composición, este planeta está mucho más cerca del Sol, su superficie es fuertemente calentada por el efecto invernadero y la presión atmosférica es casi 100 veces mayor que la del nuestro.


Esas características impiden que sea poco probable la vida en Venus, excepto en la atmósfera superior, lejos de la superficie del planeta, donde las condiciones son relativamente aceptables para procesos biológicos, indican los estudios.