Será Pensilvania decisiva en elecciones de EE.UU.

Washington, 2 nov (Prensa Latina) Pensilvania, que ofrece 20 codiciados votos del Colegio Electoral y pinta muy dividido, es hoy uno de los principales escenarios de batalla en las elecciones de Estados Unidos.


Tanto el presidente, Donald Trump, como su rival demócrata, Joe Biden, visitaron insistentemente el norteño estado en los últimos días, para intentar convencer hasta al último de los indecisos.


Biden reservó, de hecho, sus dos últimas jornadas de campaña íntegramente a su estado natal.


El exvicepresidente del gobierno de Barack Obama sabe que si gana ese territorio tendría la victoria más cerca, teniendo en cuenta los sondeos en otros lugares clave.


«Está en juego la personalidad de este país. Hay mucha división, y necesitamos estar unidos. Esa polarización se produce porque el liderazgo del país la está promocionando», señala el pensilvano Randy Richardson.


«No me gusta cómo está manejando la pandemia Donald Trump. No existe un mensaje unificado. En otros países no se delega la decisión sobre qué hacer en medio centenar de estados. Se hace una política federal. Aquí no se ha hecho eso», resalta Richardson.


Votará por Biden, quien lidera los sondeos con unos 4,1 puntos de ventaja sobre Trump, lejos de los 7,3 puntos que separaban a ambos candidatos el 12 de octubre pasado, según las encuestas realizadas por el portal Real Clear Politics.


El presidente consiguió recortar la distancia. No es la primera vez: en 2016 ganó Pensilvania por apenas 44 mil votos, después de darle la vuelta a unos sondeos que situaban como ganadora a la entonces candidata demócrata, Hillary Clinton.


Trump consiguió romper un ciclo de dominio demócrata de hasta seis victorias en elecciones presidenciales consecutivas en esa área.


Lo logró con la promesa de traer de vuelta los empleos perdidos durante décadas debido a la deslocalización de industrias en otros países con manos de obra más barata.


La presa en tanto dibuja un panorama muy reñido en esta contienda.
Así, en las áreas residenciales de Scranton y Wilkes-Barre, las calabazas de Halloween se mezclan estos días con la cartelería y propaganda electoral.


En algunos barrios parecen auténticas zonas de batalla de campaña, dice el diario The New York Times, con la mayoría de casas apoyando a uno u otro candidato, en un estado muy dividido.


«Trump intenta que la gente se enfrente. Selecciona a algunas personas para crear discordia. Dice que los suburbios no van a estar seguros si dejamos a las minorías mudarse allí, y cosas así», cree Bill Herbert, un sindicalista retirado del sector del acero, que votará a Biden.


Por otro lado, no le molesta que el magnate republicano pinte a parte del partido demócrata como socialista.


«La cuestión aquí es usar el dinero de los impuestos para desarrollar el país, para ayudar a la gente y para mejorar la economía. Los republicanos no quieren hacer eso. Quieren quedarse con todo el dinero y dárselo a los ricos», asevera Herbert.


El sindicalista es demócrata y apoya el ‘fracking’, una industria que se ha convertido en el centro de la campaña en Pensilvania.


Trump alega que los demócratas quieren prohibir la extracción de gas por esa vía, acabando con los 26 mil empleos directos que ofrece.


Biden lo niega, pero la facción más progresista, aunque minoritaria, de su partido, sí aboga por una limitación mucho más restrictiva del ‘fracking’.
La dividida Pensilvania será uno de los estados que centrarán la atención durante el recuento.


El entorno republicano ha denunciado un posible fraude en torno al voto por correo, especialmente en este estado, y no se descartan tensiones en la noche electoral.


De hecho, las autoridades de Filadelfia, la mayor ciudad del estado, ya han hecho saber este lunes que el recuento podría «fácilmente llevar varios días» debido a que se emitieron más de 400 mil votos por correo para estas elecciones.

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