Arranca Bolivia tareas de gobierno de mano extendida y reconstrucción


La Paz, 9 nov (Prensa Latina) La espera por la designación del gabinete ministerial del nuevo presidente boliviano, Luis Arce, evidenció hoy lo cuidadoso de su esfuerzo por hacer un gobierno de mano extendida hasta la todavía beligerante derecha.


La juramentación del nuevo equipo ministerial era esperada ayer, por tradición, y el uso de que lo primero que hace un nuevo mandatario es instalar su equipo.


Fuentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) aseguraron a Prensa Latina que sería hoy a primera hora, pero la jornada avanza sin que se realice la ceremonia, aunque no hay señales de impaciencia ciudadana, más allá de la usual ansiedad periodística.   

La expectativa apunta a la menara en que Arce convertirá en medidas de gobierno su mensaje de unidad y reconstrucción, tras el peor año económico en cuatro décadas, perpetrado por los golpistas, desde noviembre de 2019.


«Es el voto de un pueblo que no quiere bienestar para unos cuantos, sino para todos; que no quiere alegría para unos cuantos, sino para todos», dijo el mandatario, al prometer «un gobierno para todos y para todas, sin discriminación de ninguna naturaleza».


También se comprometió «a rectificar lo que estuvo mal y a profundizar lo que estuvo bien» pero la mano tendida pareció cerrarse cuando, en extensas críticas, presentó la cuenta de derroche, ineficiencia y corrupción dejada por el gobierno de facto.


Condenó además el rastro de sangre dejado por el régimen fenecido, con matanzas, prisiones y torturas y la incapacidad que echó abajo o dañó lo hecho por el MAS en 15 años de gobierno, presidido por Evo Morales.


La tranquilidad reina en el país, tras los últimos intentos de grupos violentos, de provocar desórdenes e impedir con provocaciones la toma de posesión de Arce.


Esos grupos apoyaron, alegando falsamente un fraude inexistente en los comicios ganados por Evo Morales, el golpe de Estado de hace un año y hasta la noche del sábado intentaron que se anule la contundente victoria de Arce el 18 de octubre.


Aducen ahora el insólito argumento de que hubo un fraude tan perfecto…que no hay como probarlo, según los líderes de las revueltas.


A la tranquilidad reinante se sumó hoy un estallido de júbilo cuando el expresidente Morales fue recibido por una multitud en Villazón, localidad limítrofe en el extremo sur con  Argentina, tras cruzar la frontera acompañado por el presidente vecino, Alberto Fernández, y otros exintegrantes de su gobierno.

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