México, 13 nov (Prensa Latina) El presidente de Bolivia, Luis Arce, y el canciller de México, Marcelo Ebrard, alertaron hoy evitar que la democracia sea víctima de la pandemia de Covid-19.
En un mensaje en el seminario internacional virtual «Políticas públicas para una transformación social», organizado por el Programa de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), ambas personalidades llegaron a esa conclusión en sus respectivos mensajes en el foro virtual.
Arce advirtió sobre gobiernos que han utilizado la pandemia para vulnerar los derechos democráticos y llamó a los países latinoamericanos a mantenerse unidos para acelerar así las respuestas regionales, latinoamericanas, dirigidas a resolver estos temas comunes.
El canciller Ebrard, por su parte, expresó que las naciones latinoamericanas deben colaborar para buscar un acuerdo mediante el cual los países más ricos asuman una corresponsabilidad con el resto de las naciones para garantizar la recuperación económica.
La pandemia nos va a dejar un aumento de la desigualdad y una regresión de lo que habíamos avanzado en América Latina y en todo el mundo.
Hasta ahora, las respuestas de los países con más recursos económicos están pensadas para sus mercados y sus sociedades, pero no es suficiente para los demás, dijo.
Si en la recuperación pospandemia no participamos todos, no se va a lograr recuperar o generar el bienestar. Por ello, México promueve que el próximo año se celebre una asamblea especial en la Organización de las Naciones Unidas para que los países ricos asuman una corresponsabilidad en la reducción de la desigualdad, aseguró.
Ebrard elogió al gobierno del expresidente Evo Morales y manifestó que los logros del Movimiento Al Socialismo (MAS) -igualmente el partido del propio Arce- «son una fuente de inspiración».
John Ackerman, coordinador del evento, señaló que la hazaña de Bolivia, la victoria de Luis Arce, es un mensaje para los pueblos del mundo de que sí se puede andar por el camino de la paz, la institucionalidad y las elecciones para conquistar el espíritu humanitario y la política democrática, aún con enormes fuerzas nacionales e internacionales en contra.