Los retos del argentino Mauricio Pocchetino en el PSG

París, 27 dic (Prensa Latina) El entrenador argentino de fútbol Mauricio Pocchetino tomará las riendas en 2021 del club francés Paris Saint-Germain (PSG), un reto que en principio parece enorme para el exinternacional albiceleste.


Cuando el nativo de Santa Fe jugó como defensor con la camiseta rojiazul entre 2001 y 2003, los capitalinos estaban lejos de ser protagonistas de la Ligue 1, dominada entonces por el Olympique de Lyon, ni contaban con los millones de euros de la era qatarí, que los obligan a soñar en grande en cada campaña.


Hoy el PSG exhibe siete coronas domésticas en los últimos ocho años y tres en fila, y viene de la mano del despedido técnico Thomas Tuchel de rozar la perfección en la temporada 2019-2020, con los cuatro títulos de Francia conquistados y un inédito en sus vitrinas segundo lugar en la Liga de Campeones, tras caer 0-1 en agosto ante el Bayern Munich en Lisboa.


La plantilla de mil millones de euros, la presencia de los estelares Neymar y Kilyan Mbappé, la majestuosidad del Parque de los Príncipes en la Ciudad de la Luz y la ambición de ganarlo todo, representan demasiado para cualquiera en el banquillo, desafíos con los que Pocchetino deberá lidiar con sus 48 años, 11 de ellos dedicados a dirigir tres clubes.


El discípulo de Marcelo «El loco Bielsa» ha recibido elogios en la compleja profesión, porque gusta del juego ofensivo y de otorgar confianza a los jóvenes talentos, cualidades demostradas con el Tottenham Hotspur de la Premier League, al que condujo al subtítulo de la Champions en 2019.


La prensa ya especula que imagina a sus parisinos con el astro argentino Lionel Messi y el goleador inglés Harry Kane en la cancha, una suerte de quimera que se antoja contradictoria, para un técnico a quien se atribuye el supuesto interés de sacar al PSG de la Neymar-Mbappé dependencia para apostar por un fútbol más colectivo.


Precisamente el vestuario es uno de los retos monstruosos de Pocchetino, al no contar hasta el momento con la experiencia de dirigir a extraclases, y menos aún si se trata de uno bien polémico como el brasileño exBarcelona.


Talento y carisma adornan el estilo del argentino, quien intentará volver a ser querido en el Parque de los Príncipes, por estos días desierto por el azote de la pandemia de la Covid-19.


Las pruebas no se harán esperar, ya que el PSG disputará el 13 de enero su primera final doméstica, la Supercopa de Francia contra el difícil Olympique de Marseille, y un mes después, el 16 de febrero, viajará al Camp Nou para enfrentar al alicaído Barcelona de Messi en la Liga de Campeones, un duelo con aires de revancha.


En la Ligue 1, el escenario más complicado no puede estar, los rojiazules marchan terceros tras 17 jornadas, a un punto del Olympique de Lyon y del Lille, con 10 ausencias por lesión en el último encuentro del 2020, incluyendo la de Neymar.