Más de 93 millones de mexicanos podrán votar este domingo

México, 6 jun (Prensa Latina) Un total de 93 millones 528 mil 473 mexicanos decidirán hoy en los 31 estados federales de México y la capital si el gobierno o la oposición deben mayorear el país.


La alternativa es así de simple porque ese es el súmmum de las elecciones intermedias más grandes e importantes en la historia mexicana, no solo porque se eligen más de 21 mil cargos públicos, excepto la presidencia y el Senado, sino para decidir si los cambios de la vida social correrán por una pista limpia o con obstáculos.


Tras cada cargo en pugna, desde diputados federales, gobernadores, presidentes municipales, alcaldes, regidores, hasta asambleístas, hay una intención marcada de quitar o poner obstáculos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador para beneficiar o afectar su plan de gobierno bautizado como IV Transformación.


Por rebote, el crimen organizado en todo el país también entra en la liza, pues los cambios de autoridades políticas en los estados, pero en especial alcaldías, municipios y ejidos que son el hábitat «natural» de los cárteles, pues la batalla contra la corrupción se puede acrecentar o disminuir en ellos, según la vocación del ganador.


Para la mayoría de los observadores, esa situación explica que en poco más de dos meses de campaña proselitista fueran asesinados 90 políticos, más de una veintena de ellos candidatos directos a algún cargo.


Hoy los colegios electorales abrieron sus puertas a las 06:00 hora local con orden y tranquilidad, sin que ello signifique que la tensión desaparezca, sobre todo en aquellos lugares donde las amenazas de violencia han sido más intensas como en Chiapas donde se canceló la votación en tres municipios por ese motivo.


Estos megacomicios son resultado de un ejercicio legislativo en el que las bancadas apoyaron una reforma para realizar de una vez elecciones dispersas que encarecía su ejecución.


De esta manera, con una sola partida eligen 20 mil 415 cargos, 500 diputados federales, 15 gobernadores, mil 63 diputados lugareños de 30 de los 32 congresos locales, mil 93 alcaldes, dos mil 57 sindicaturas y 14 mil 222 regidurías, entre otros.


Hay una total coincidencia de que esta tarde-noche cuando se cierren las casillas, el país contará con otro escenario político, y será entonces cuando se desaten las pasiones, pues ahí mismo comenzarán las impugnaciones, quejas, acusaciones y todo tipo de cosas propias de momentos tan particulares.


Esos encontronazos pueden ser más virulentos que en comicios anteriores entre otras cosas porque estos se realizan en medio de una polémica de fondo entre el gobierno, las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE) y el Poder Judicial.


Incluso, una gran parte de comentaristas y observadores da por descontado que una vez que se proclamen los resultados oficiales el 9 de este mes o incluso fechas más allá, comenzarán los movimientos de piezas en el tablero político.


Todos dirigidos a promocionar reformas de la Constitución en el Poder Judicial, en especial el INE y el Tribunal Electoral, ambos descalificados por el presidente López Obrador y Morena.


Ya antes de la votación fueron presentados nueve mil 78 recursos por los actores políticos ante el Tribunal, 80 de ellas denuncias contra López Obrador por supuesta injerencia, y los partidos tienen contratados más de tres mil abogados, anuncios de una tormenta que ojalá no llegue a categoría de huracán.


Algunos se adelantaron a pensar como probable la intromisión en el proceso mexicano del secretario general de la Organización de Estados Américanos Luis Almagro, quien fue calificado hace unas horas por el canciller Marcelo Ebrard de lo peor de la OEA, pero aún así, dijo, permitirán la presencia de sus «observadores».

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