En pos países latinoamericanos de cambiar políticas medioambientales

Glasgow, Escocia, 10 nov (Prensa Latina) Naciones de Latinoamérica y el Caribe mantienen hoy su disposición de redireccionar sus políticas  y fortalecer estrategias en pos de defender el medio ambiente ante la amenaza del cambio climático para la vida humana.


De una manera u otra los diferentes países de esa región sufrieron  en más de una ocasión incendios forestales, huracanes, olas de calor, sequías, inundaciones y en el caso de los Estados insulares un aumento lento, pero peligroso del nivel del mar.


En el contexto de la cumbre climática COP 26 las naciones latinoamericanas expresaron la importancia de disminuir los niveles de deforestación para 2030.


Entre los países firmantes de ese acuerdo están Uruguay, República Dominicana, Perú, Paraguay, Panamá, México, Honduras, Haití, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador y  Guatemala.


En tanto, México, Chile y Argentina son tres de los más de diez países latinoamericanos que se comprometieron a reducir las emisiones de metano en un 30 por ciento para 2030.


Chile está entre los más de 40 países comprometidos a acelerar la transición  energética y reducir el uso del carbón.


Por su parte, Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador, acordaron  en el contexto del COP 26 un convenio para crear una zona ecológica libre de pesca en  sus aguas en el océano Pacífico.


En la jornada, la ministra de Ciencia, Tecnología y Medioambiente  de Cuba, Elba Rosa Pérez, exhortó a los países desarrollados a cumplir sus compromisos financieros y tecnológicos para enfrentar el cambio climático.


La titular del Citma señaló que en el caso de Cuba, la ciencia pronostica para finales de este siglo un incremento de la temperatura del aire de hasta 4.5 grados Celsius, una reducción de las lluvias de entre un 20 y un 60 por ciento, y un aumento del nivel medio del mar de 29 centímetros dentro de 30 años.


Al respecto, Pérez explicó que el gobierno cubano diseñó un plan conocido como Tarea Vida para enfrentar y mitigar el impacto del cambio climático que en su primera etapa incluyó el traslado de un grupo de asentamientos humanos ubicados en áreas que quedarán sumergidas en 2050.


También se sembraron y restauraron manglares, se conservaron y rehabilitaron playas y se trabajó en la educación y participación de la población en el proyecto, en particular de los jóvenes.

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