En crisis Casa Blanca de Biden

Washington, 18 feb (Prensa Latina)Los índices de aprobación del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, insisten en caer desde agosto y los demócratas van rumbo a un noviembre en el cual parece inevitable que pierdan su mayoría en el Congreso.


La frustración pública por la inflación y la pandemia de Covid-19 contribuyeron a un estado de ánimo adusto que está perjudicando claramente a los demócratas y a Biden, advierten medios de prensa.


Algunos analistas consideran que se acabó el tiempo para que la fuerza azul (color que identifica al partido) cambie de dirección antes de esos comicios.


Si bien para no pocos ciudadanos la posible vuelta de Donald Trump a la presidencia es una hipótesis inaceptable, ahora también esos mismos votantes expresan frustraciones respecto Biden, reseñó el diario The Hill.


El malestar se asocia a cuestiones de calidad de vida en la cotidianidad, como «llenar el carro de la compra, poder caminar por la calle, que mis hijos vayan a la escuela», dijo Stewart Verdery, exsecretario adjunto del Departamento de Seguridad Nacional bajo el mandato de George W. Bush (2001-2009).


En una reciente encuesta de Politico-Morning Consult, solo el 39 de los estadounidenses aprobaron la forma en que el actual gobernante maneja la pandemia, mientras que el 41 por ciento le dio una mala calificación en un tema que fue su bandera cuando llegó en enero de 2021 a la mansión ejecutiva.


Por su parte, un sondeo de la CNN publicado la semana pasada reveló que tres cuartas partes de los entrevistados se sentían agotados por la situación epidemiológica.


El 70 por ciento de los que dieron su opinión se describió a sí mismo como «enfadado por la pandemia», y poco fue el optimismo reflejado.


La Casa Blanca es consciente de las malas cifras y reconoce el cansancio que sienten los ciudadanos de vivir con una pandemia que torpedeó todo, desde llevar a los niños a la escuela con regularidad hasta ir a un restaurante o tomarse unas vacaciones, comentó el periódico.


«Reconocemos que la gente está cansada de la pandemia. Están cansados de llevar máscaras. Apuesto a que todos ustedes lo están. Yo sé que lo estoy. Todos lo entendemos», admitió a principios de este mes la secretaria de prensa de la mansión ejecutiva, Jen Psaki.


Pero la empatía mostrada por Biden y los funcionarios de la Casa Blanca se desmorona.


Apenas el 35 por ciento aprueba el trabajo del Presidente 46, solo el 33 por ciento está de acuerdo con su gestión de la economía y el 35 con lo que hace en cuestiones de política exterior, según una encuesta del 16 de febrero de la Universidad de Quinnipiac.


Actualmente la inflación es una de las grandes preocupaciones para los demócratas, un asunto por el que reciben constantes críticas del lado republicano.


El índice de precios al consumo aumentó un 7,5 por ciento anual a finales de enero, la subida más rápida desde 1982 y todo apunta que los precios suban aún más.


Un escenario posible si las tensiones con Rusia y la histeria del gobierno de Biden sigue sembrando la infundada matriz de una invasión de ese país a Ucrania, a juicio de expertos.


No obstante, Joel Benenson, quien trabajó como analista de encuestas en las campañas de 2008 y 2012 de Barack Obama, argumentó que las malas notas en los sondeos no son un indicador por sí solo de una Casa Blanca condenada.


Señaló que los expresidentes William Clinton, Ronald Reagan y George W. Bush vieron cómo sus índices de aprobación caían por debajo del 40 por ciento antes de recuperarse y ganar un segundo mandato.


El mismo camino, tal vez sea posible para la Casa Blanca de Biden, aunque resultaría un frío consuelo para los demócratas del Congreso si los republicanos llegaran a ganar las mayorías de la Cámara y el Senado el próximo noviembre.