Siguen retenida tripulaciones de 70 buques extranjeros por Ucrania

Moscú, 15 mar (Prensa Latina) Rusia denunció hoy que los batallones de defensa territorial ucranianos retienen como rehenes a más de siete mil extranjeros, así como las tripulaciones de 70 buques de 22 países bloqueados en sus puertos.


El jefe del Centro Nacional de Control de Defensa de este país,  coronel general Mijaíl Mizíntsev, señaló que Moscú se ha interesado por el destino de todos los extranjeros detenidos ilegalmente, lo cual ha planteado a las embajadas y organismos pertinentes.


Aseguró que, sin embargo, las autoridades ucranianas siguen sin responder a los llamamientos de los Estados extranjeros para rescatar a sus compatriotas en apuros.


El también jefe del Cuartel General de Ayuda Humanitaria de Rusia a Ucrania aseguró que en el último día las autoridades recibieron 11 mil 412 solicitudes de residentes del vecino país para ser evacuados hacia la nación euroasiática.


Según Mizíntsev, en total ya hay dos millones 678 mil 69 personas en esa situación procedentes de Ucrania en una base de datos, con nombres y direcciones concretas en casi dos mil localidades de ese territorio.


Indicó que gran parte de la población civil radicada en la república exsoviética  busca refugiarse en Rusia en medio de una creciente crisis humanitaria, sin considerar las opciones de salida a los Estados occidentales.


Moscú inició el pasado 24 de febrero una operación militar en Ucrania, luego de  que las autoridades de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk  le solicitaran ayuda para repeler el aumento de la agresión de Kiev.


Antes, el Kremlin reconoció la independencia y soberanía de ambos territorios y firmó tratados de amistad, cooperación y asistencia mutua con sus líderes, los cuales incluyeron el establecimiento de relaciones diplomáticas y la ayuda militar.


El presidente ruso, Vladimir Putin, en un discurso para informar sobre el inicio de la operación, afirmó que el objetivo es proteger a la población de Donbass de los abusos y el genocidio del ejército ucraniano durante los últimos ocho años, además de «desmilitarizar» y «desnazificar» a esa nación.