Pesadilla argentina en Lusail

Por Jhonah Díaz González, enviado especial
Lusail, Qatar, 22 nov (Prensa Latina) Con el apellido Messi y el número 10 en sus casacas, miles de argentinos salieron afligidos hoy del Estadio Lusail tras el impensado revés ante Arabia Saudita (1-2) en el estreno del grupo C de Qatar 2022.
Nadie esperaba algo así, dijo Pablo Tisera en el segundo intento para materializar una entrevista, mientras los aires de ingenuidad impedían la firmeza de sus pasos rumbo a la salida principal de la instalación.
Debemos replantearlo todo. Toca entender que si ganamos los partidos siguientes igual estaremos en octavos de final, explicó como si fuese Lionel Scaloni, técnico del plantel sudamericano.
Después de limpiarse las lágrimas, Gustavo Mendoza cubrió sus ojos con unas gafas oscuras y sin pensarlo mucho vociferó: «Enojado, la bronca es enorme, esto es increíble».
«Nos faltó todo. Ellos tuvieron muchas ganas, desde los fanáticos hasta los jugadores, y pasaron por encima de los nuestros», agregó con pesadumbre en medio de una multitud de hinchas de los ganadores.
Un total de 36 partidos invictos sumaba la Scaloneta, como llaman a la selección, que desembarcó en Doha con la pancarta de favorito de la llave y de la vigesimosegunda Copa Mundial de fútbol.
De hecho, el anterior revés databa del 2 de julio de 2019 cuando cedió ante Brasil en la ciudad de Belo Horizonte, de ahí que el periodista argentino Jorge Barraza no encontrara respuesta lógica a lo sucedido. Sentado en el nivel cinco del espacio deportivo -exactamente en el bloque 508, fila C, asiento 15-, Barraza miró atónito el desafío luego de repetir en los últimos días que el cuadro albiceleste estaba para pelear el campeonato, junto a la «Scratch» auriverde y Francia, rey defensor.
Empero, Arabia Saudita, lugar 51 en el ranking del orbe, estremeció los anhelos de millones de personas que quieren ver otra vez al astro Lionel Messi en la discusión del título, quien -ya lo ratificó- vivirá a tope su quinto y último Mundial.
Saleh Al-Shehri (48) y Salem Al-Dawsari (53) remontaron el gol inicial del crack rosarino (10, de penal) para protagonizar la mayor sorpresa de la incipiente justa global y el mejor resultado de su historia.
Sin compañía en lo que antes fue un desierto, Javier Funes enseñó la otra cara del fracaso, el optimismo. «La derrota duele, pero debemos bancar al equipo», afirmó con la mente puesta en los choques versus México (26 de noviembre) y Polonia (30 de noviembre).