Roma, 10 jul (PL) Si el mal estado de conservación de la histórica Pompeya continúa, perderá su condición de Patrimonio de la Humanidad: la noticia acapara hoy titulares de la prensa europea y llena a los italianos de expectación.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lanzó el ultimátum y pidió implementar de forma urgente un plan de conservación y reestructuración.
En unos seis meses, el gobierno italiano deberá informar sobre los avances realizados, pero de no mejorar el estado de esas ruinas arqueológicas, Pompeya será eliminada de la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco a la cual ingresó en 1997.
Según el informe de esa entidad internacional, el sitio necesita unas dos mil personas más para velar por la seguridad de las estructuras en pie.
El mantenimiento deficiente, la falta de un plan de gestión adecuado y la poca inversión impiden contrarrestar los cada vez más usuales derrumbes e infiltraciones de agua.
Mientras la humedad, la lluvia, la vegetación y las agresiones de los turistas dañan frescos y mosaicos aún conservados en atrios y peristilos.
El ministro de Cultura, Massimo Bray, afirmó que ya se adoptan medidas urgentes para solucionar esa situación, entre ellas, contratar a un mayor número de vigilantes y emplear mejor los fondos destinados a la restauración de monumentos.
La ciudad de Pompeya, destruida por la erupción del volcán Vesubio en el año 79 después de Cristo, resulta hoy uno de los sitios más visitados por los turistas que llegan a Italia.