Obama, los republicanos y las elecciones de medio término en EE.UU.

Washington, 24 oct (PL) Los republicanos arrecian sus críticas al gobierno del presidente estadounidense, Barack Obama, en su intento por ganar votos en las elecciones de medio término del próximo 4 de noviembre, donde se juega el control del Senado.
La oposición lanza sus dardos a Obama en temas como la aplicación de la ley de salud, la economía, inmigración, el manejo del ébola y la estrategia para combatir al grupo radical Estado Islámico con el objetivo de potenciar a los republicanos, quienes tienen puestas también sus miradas en las presidenciales de 2016.
Por supuesto, los republicanos tienen a su favor la baza de un presidente debilitado y en sus anuncios de campaña atacan a sus rivales demócratas con el argumento de que lo respaldan.
De ahí que contrario al magnetismo del 2008 e incluso en 2012, Obama ahora prefirió mantenerse alejado de las campañas de los candidatos demócratas debido a su baja popularidad.
Recientes encuestas arrojan que el índice de aceptación del gobernante ronda el 42 por ciento, ligeramente más alto que el mes pasado.
Para conseguir el dominio del Senado, los del llamado partido rojo -que controlan la Cámara de Representantes- necesitan ganar seis butacas en los venideros comicios.
Observadores políticos auguran que de lograr la Cámara alta del Congreso, los republicanos le complicarán aún más el gobierno a Obama en los dos años que le quedan en la Casa Blanca ya estarían en capacidad de interferir en cuestiones como el presupuesto o el nombramiento de altos cargos.
En el actual escenario, los propios analistas señalan que las posibilidades de los demócratas para mantener su poder en el Senado dependen de que movilicen la asistencia a las urnas de electores negros, jóvenes y mujeres en estados clave como Alaska, Arkansas, Georgia, Iowa, Kentucky, Louisiana, Nueva Hampshire, Carolina del Norte y Colorado.
Los sondeos pronostican una victoria republicana en Dakota del Sur, Virginia Occidental y Montana, en tanto en otros 10 estados se espera que los resultados sean muy ajustados, donde los demócratas tendrían oportunidades.
El 4 de noviembre se renovarán todos los escaños de la Cámara de Representantes (435); así como la tercera parte de los 100 miembros del Senado, que debieron ser 33 con mandatos vencidos, pero la cifra se incrementó a 36.
También entrarán en disputa los cargos de 38 gobernadores de estados cuyos mandatos concluyen, así como miles de otros puestos entre legisladores en las asambleas de los estados, alcaldes, concejales, jueces, jefes de policía y funcionarios electivos de carácter local.
Aunque los estadounidenses no muestran demasiado interés por estas elecciones, estas sí son son vistas aquí como un referémdum para Obama.
El Pew Research Center reveló que solo el 15 por ciento sigue de cerca las noticias al respecto, ya que otros temas como el ébola o la amenaza de Estado Islámico dominan los titulares.
Hace cuatro años los republicanos recuperaron la Cámara de Representantes con su oposición a la reforma sanitaria de Obama, pero en 2006, los demócratas lograron ventaja en el Senado ante la decepción generalizada con el entonces presidente George W. Bush y la guerra de Iraq.

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