Quito, 30 sep (PL) El presidente de Ecuador, Rafael Correa, expresó hoy su total rechazo a las acciones desestabilizadoras contra gobiernos de izquierda de América Latina, tal como sucedió aquí el 30 de septiembre del 2010.
Correa recordó, en entrevista con el espacio radial del sitio web Ecuador Inmediato, que en la última década se produjeron cinco golpes de Estado en la región.
El mandatario los calificó de «modernos» y apuntó que algunos fracasaron como el caso de Bolivia, Venezuela y Ecuador, aunque consiguieron su propósito en Honduras y Paraguay.
Detalló que en la actualidad no es preciso la presencia de fuerzas militares para que se genere el golpe, la oposición solo incita a una revuelta y con el apoyo de los medios de prensa mercantilistas manipula los hechos y genera confusión.
Recordó el desarrollo de los hechos en esa fecha, considerada aquí como el día en que triunfó la democracia, y señaló que en esos momentos el gobierno nacional impulsaba una reforma dentro de inteligencia, fuerza que se encontraba al servicio de Estados Unidos.
Cuando llegamos al gobierno fuerzas enteras respondían a los designios de Washington, «los servicios de inteligencia marcaban tarjeta en la embajada norteamericana», indicó. Con los cambios que se producían, los opositores generaron malestar entre las fuerzas policiales e incitaron a la revuelta, la cual se ha logrado determinar fue planificada con anterioridad.
Destacó que las investigaciones actuales se encaminan hacia tres momentos de los hechos del 30S: el golpe de Estado, el secuestro del mandatario y los planes de magnicidio.
Como parte de las conmemoraciones, Correa inauguró, con su firma, una tela que recogió el sentir de los ciudadanos sobre los sucesos del 30 de septiembre del 2010, que dejaron cinco muertos y decenas de personas heridas.
La tradicional ceremonia de cambio de guardia presidencial en la Plaza Grande ante el Palacio de Carondelet, devino acto de respaldo al mandatario y al gobierno que encabeza, así como de rechazo a hechos como los de ese día que pusieron en peligro la democracia nacional.