Islamabad, 7 oct (PL) El primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif, se reunirá a fines de mes con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para intentar recomponer las maltrechas relaciones bilaterales.
Fuentes diplomáticas citadas por medios de prensa en esta capital refirieron que la entrevista debe de tener lugar el 23 próximo en Washington, en lo que constituirá la primera visita oficial de Sharif a Estados Unidos desde que asumió la jefatura del gobierno en junio.
El programa y la agenda de la reunión se están resolviendo, dijo el portavoz del ministerio pakistaní de Relaciones Exteriores, Aizaz Chaudry.
Las relaciones bilaterales se han visto seriamente lesionadas tras la operación encubierta que terminó con el asesinato de Osama bin Laden (mayo del 2011), la muerte de 25 soldados pakistaníes bajo un bombardeo de aeronaves de la OTAN (noviembre del 2012), y el accionar de los drones sobre las zonas tribales del noroeste de Pakistán.
Se cree que este último asunto figurará en lo más alto de la agenda en la entrevista Sharif-Obama.
Hace unos días, el jefe del gobierno pakistaní exigió ante la Asamblea General de la ONU el cese inmediato de los ataques de los aviones teledirigidos estadounidenses por considerarlos una violación a la soberanía nacional. Sin embargo, estos han continuado.
Otros temas cardinales tienen que ver con la posición de Pakistán ante el escenario que se configurará a la progresiva retirada de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad en Afganistán, de la que Estados Unidos es el principal contribuyente de tropas y recursos.
Islamabad ha prometido respaldar el proceso de pacificación y reconstrucción de Afganistán, pero Occidente no las tiene todas consigo dadas sus viejas relaciones con grupos talibanes afganos a los que apoyó durante la invasión de la nación centroasiática por parte de la antigua Unión Soviética.
Por los mismos motivos, Estados Unidos y sus aliados dudan de la energía con que Pakistán estaría dispuesto a batir a la insurgencia en territorio propio, que actúa de consuno con los rebeldes afganos en la tempestuosa frontera común.