Caracas, 27 oct (PL) El canciller venezolano, Elías Jaua, cargó hoy contra la gestión al frente de la Gobernación del estado de Miranda del excandidato presidencial opositor Henrique Capriles, a quien consideró al margen de la Constitución.
En su habitual artículo dominical, aparecido en su cuenta de Twitter y en medios públicos locales, Jaua justificó el criterio de marras al señalar que Capriles desconoce las autoridades del presidente Nicolás Maduro, el Consejo Nacional Electoral y el Poder Judicial.
Asimismo, sostuvo que el gobernador mirandino no convoca al Consejo Estadal de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas (Ceplacopp) y, por tanto, también hace caso omiso del órgano Legislativo regional y los poderes municipal y popular de la demarcación.
De hecho, Jaua denunció que en Miranda se comete fraude, pues -reveló- se simulan reuniones del Ceplacopp, en las cuales «se elaboran actas de aprobación de proyectos desconocidos por la población».
El jefe de la diplomacia afirmó también que Capriles «protege la corrupción, al impedir la investigación y facilitar la fuga» de su secretario privado, Oscar López, a Miami (Estados Unidos), sitio que calificó como la meca de los ladrones del tesoro público.
López fue denunciado hace un par de meses en la Asamblea Nacional por presuntos hechos de corrupción que incluirían una red de prostitución, según la bancada alineada con el Gobierno.
Jaua destacó asimismo el hecho de que el Ejecutivo señale a Capriles como «autor intelectual de los 11 asesinatos políticos del 15 y 16 de abril de 2013».
Recordó que el dirigente opositor incitó de manera pública y notoria a protestar con ira y violencia.
Igualmente, Capriles «abandonó sus funciones, dado que el 99 por ciento de su tiempo lo dedica a girar por el país o en viajes al exterior, con el propósito de lograr apoyo», agregó el ministro venezolano de Relaciones Exteriores.
De acuerdo con Jaua, designado por Maduro como protector del pueblo de Miranda, la desinstitucionalización en ese estado generó «una situación de ingobernabilidad que se traduce en un desorden presupuestario, sin posibilidad de ser controlado por ninguna de las instituciones competentes, que tiene graves consecuencias para la población».