Madrid, 18 ene (PL) Con un concierto de campanas, la ciudad de Toledo, España, inició hoy la conmemoración por los 400 años de la muerte de El Greco, ícono renacentista de gran influencia en la pintura moderna española.
El programa denominado El año del Greco incluye exposiciones con más de 100 de sus obras dispersas por el mundo, conciertos, espectáculos de danza y teatro y conferencias.
A las 8 de la noche, las campanas de Toledo, dirigidas por el compositor español Llorenc Barber y un equipo de voluntarios en los campanarios de la ciudad ejecutaron durante 50 minutos la sinfonía coral Grecos Aires.
Las partituras de cada campana fueron coordinadas cronométricamente y acompañadas de una función pirotécnica.
Ya el museo madrileño Thyssen-Bornemitsza abrió la muestra El Greco. De Italia a Toledo, estudio técnico de Doménikos Theotokópoulos, conocido como El Greco (Candía, 1541-Toledo,1614)
La primera gran exposición abrirá en Toledo el 14 de marzo con el título El griego en Toledo, y 80 obras de colecciones de museos de distintos países.
Desde el 18 de febrero podrá verse la muestra fotográfica Toledo Contemporánea y desde el 31 de marzo el Museo del Prado presentará La biblioteca del Greco, con volúmenes de su biblioteca.
La programación tendrá un momento clave con la exposición El Greco en la pintura Moderna en el Museo del Prado, centrada en la influencia del pintor en artistas de finales del XIX e inicios del XX, que incluirá obras de Manet, Cézanne y Picasso, entre otros.
Con estos actos España espera propiciar un mejor conocimiento del pintor que vivió en Toledo los últimos 37 años de su vida, etapa muy representativa y personal de su obra.
En Creta vivió 26 años y fue considerado un maestro de iconos postbizantinos; residió los siguientes 10 años en Venecia y Roma donde pintó bajo la influencia de los maestros renacentistas Tiziano y Tintoretto, hasta que en 1577 se estableció en Toledo.
Su estilo personal de los últimos años ha sido ampliamente analizado con variadas teorías, incluyendo problemas visuales para justificar sus figuras alargadas, contrastes de colores y la peculiar iluminación.
La influencia de El Greco en pintores posteriores prácticamente fue reconocida solo en los últimos 100 años, luego de un período en que se le consideró un artista secundario en la historia de la pintura europea.