EE.UU. intenta apaciguar molestia de Brasil por espionaje

Washington, 30 ene (PL) Estados Unidos intentó hoy apaciguar la molestia de Brasil y justificar las acciones de espionaje contra la presidenta, Dilma Rousseff, como parte del escandaloso programa de fisgoneo de comunicaciones telefónicas y por Internet revelado por Edward Snowden.

La asesora de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Susan Rice, dialogó este jueves en Washington con el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo Machado, y detalló algunos aspectos de las anunciadas reformas a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) ordenadas por el presidente Barack Obama.

Sin embargo, el diplomático salió poco convencido de las alegaciones dadas por Washington y se mostró cauteloso sobre los resultados de la reunión.

En la rueda conjunta al final de las conversaciones, Figueiredo ofreció pocos detalles de la conversación con Rice, y afirmó que salía «igual» que cuando entró.

No es una charla en mi nivel y en el nivel de ella (Rice) lo que llevará a una mejoría de las relaciones. Las explicaciones serán analizadas por el gobierno brasileño y la presidenta Dilma analizará los próximos pasos, agregó parcamente el Canciller.

De acuerdo con un comunicado de la mansión ejecutiva, en el encuentro entre Rice y Figueiredo también se discutieron vías para reforzar la agenda bilateral y se intercambiaron puntos de vista sobre temas regionales y globales de interés mutuo.

Las relaciones entre Brasilia y Washington se ha deteriorado luego que el exanalista de la NSA ventilara cientos de miles de documentos que confirmaron el masivo programa de espionaje global practicado por Estados Unidos contra líderes y ciudadanos de unas 35 naciones, entre ellos la mandataria sudamericana.

Tal situación llevó incluso a la cancelación de una visita oficial de Rousseff al país norteño, prevista para octubre pasado.

El 17 de enero, Obama emitió una directiva con nuevas reglas para la recolección de datos, al tiempo que prometió que los servicios de inteligencia cesarán de controlar las comunicaciones de líderes de los países aliados.

Sin embargo dejó en claro que las operaciones de espionaje continuarán en todo el mundo.

Para el fundador del portal WikiLeaks, Julian Assange, el discurso del mandatario resultó una vergüenza y lo acusó de mentir a la ciudadanía nacional e internacional.

El propio Snowden, asilado en Rusia, exhortó a la administración del demócrata a corregir las leyes, frenar el desmedido alcance de algunas agencias gubernamentales y depurar responsabilidades de altos oficiales por los masivos e ilegales programas de espionaje.

Una reciente encuesta de la empresa Gallup encontró que un 53 por ciento de los estadounidenses se oponen al programa secreto de recolección de datos desarrollados por la NSA.

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