Aunque los estudios sobre redes sociales indican que, por ejemplo, Facebook ha dejado de ser popular entre las generaciones más jóvenes, están en auge Vine e Instagram, razón por la que Facebook por ejemplo, ahora da mayor prioridad a los videos que al igual que en Vine se reproducen de forma automática.
En su afán por perfeccionarlas, los desarrolladores de las redes sociales implementan cada vez más funcionalidades que no dejan de sorprender, desde las más prácticas como reconocimiento facial, traductores automáticos, en particular el de Bing, que funciona en Facebook y pronto se implementará en Twitter, hasta las cosas más bizarras como un detector de rostros ebrios en fotografías que usará Facebook para evitar que los usuarios compartan este tipo de contenidos.
Cada día nuestra realidad se vuelve más digital. De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) el 90% de los internautas tiene alguna red social y el 77% de las veces que se usa Internet es para consultarlas.
Pese a lo cotidianas que pudieran parecer las redes sociales (y en gran medida, precisamente por eso) hay grandes equipos de científicos que trabajan en laboratorios de inteligencia artificial a diario para optimizar estas tecnologías y al hacerlo, incidir directamente en nuestra manera de comunicarnos.
Una de las áreas más interesantes al respecto son las relacionadas con el Procesamiento del Lenguaje Natural, que estudia todo lo relacionado con las lenguas y la manera de llevar a cabo desarrollos que con base en ellas nos den datos o faciliten tareas, por ejemplo, traducción o resumen automático, minería de opiniones (por ejemplo, qué se piensa de un producto o una marca) y el estudio de las emociones humanas, tal es el caso del experimento tan criticado que hizo Facebook con sus usuarios en el que descubrió que las emociones de nuestros amigos que leemos en dicha red se “contagian”.
Las redes sociales son fáciles de usar pero encierran tecnologías muy complejas que no hay que dejar de tomar en cuenta por el impacto que han tenido en nuestra manera de relacionarnos a diario.
Por ejemplo, se estima que 1 de cada 8 parejas casadas en Estados Unidos en 2013 se conocieron vía social media. Sin importar la edad, casi todos tienen alguna red social, las estadísticas señalan que aproximadamente el 96% de la generación Y (nacida de 1980 hasta 2004) participa en alguna.
En definitiva, estas formas de comunicación son ya tan indispensables que sin ellas nuestra realidad sería muy distinta. Los años venideros, tal parece, serán aún más sorprendentes y benéficos para todos los que amamos las tecnologías de la información y la comunicación.
Fuente: anicm
http://anicm.com/index.php/component/content/article/20-opinion/1958-las-redes-sociales-y-los-desarrollos-tic