Venezuela alerta frente a agresión de EE.UU

Por Mario Hubert Garrido

Caracas, 10 mar (PL) El gobierno venezolano alertó a tiempo y reacciona hoy con firmeza ante las más recientes medidas unilaterales de Estados Unidos, consideradas injerencistas y como preámbulo de una intervención extranjera.
El propio presidente Nicolás Maduro denunció en un mensaje a la nación, la víspera, toda una zaga de lo que llamó eventos preparatorios del zarpazo final, y que comenzaron desde 2013 e inicios de 2014, con la apuesta a la violencia en las calles de grupos opositores, con saldo de 43 muertos y más de 800 heridos.
Maduro explicó que desde el fallecimiento del presidente Hugo Chávez, hace dos años, el pueblo venezolano ha enfrentado y superado pruebas impuestas por la derecha local y la administración  estadounidense, gracias a la inmensa voluntad pacífica que prevalece en el país.
En lo que va de año, según autoridades locales, la Casa Blanca ha emitido 105 comunicados, inmiscuyéndose en asuntos internos de Venezuela, contra poco más de 60 en todo 2014.
El pueblo en las calles, dijo el gobernante, derrotó esas embestidas, a las que siguieron llamados a desconocer la actual Constitución y más recientemente la guerra económica, con acaparamiento, contrabando y especulación con los productos básicos de la familia venezolana.
A esa estrategia hostil sin el resultado esperado le siguió con el apoyo de funcionarios de la embajada norteamericana, el intento golpista del pasado 12 de febrero, desmantelado en su momento, y detenidos varios de sus ejecutores, entre ellos oficiales de la aviación militar y líderes de la oposición como el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
El golpe preveía bombardeos a instituciones, planes de magnicidio contra Maduro y otros dirigentes de la Revolución y el supuesto cambio de régimen incluía un Acuerdo Nacional para la Transición, publicado en el diario El Nacional y suscrito por los principales líderes de la derecha criolla.
De otra parte, el Congreso estadounidense y el presidente de ese país, Barack Obama, insistían en sanciones unilaterales contra funcionarios venezolanos supuestamente vinculados a violaciones de derechos humanos en acciones violentas (guarimbas) de comienzos de 2014.
Sobre esa iniciativa, el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela aclaró que Estados Unidos no tiene jurisdicción para aplicar alguna norma legal o sanción contra la soberanía y la institucionalidad democrática del país suramericano.
Venezuela solicitó por otra parte el apoyo de una misión de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que visitó Caracas hace una semana y rechazó  cualquier acto injerencista y agresivo contra el país.
Antes, Maduro anunció un paquete de medidas diplomáticas ante tanta injerencia de Washington e instruyó reducir el personal diplomático en Caracas y nuevas regulaciones al sistema de visado para ciudadanos estadounidenses.
El mandatario aseveró que eso bastó para que Obama se erigiera en el dueño del mundo y emitiera la más reciente orden ejecutiva, en la cual declaró la emergencia y a Venezuela como «inusual y extraordinaria amenaza para la seguridad nacional» de su país.
Maduro explicó que se trata del paso más injusto, agresivo y nefasto de la administración de Obama, y ratificó que otra vez el pueblo junto a su Fuerza Armada Nacional Bolivariana sabrá derrotar el nuevo embate.
El jefe de Estado solicitó además a la Asamblea Nacional una ley por vía habilitante para defender la paz, la soberanía y la integridad, una  legislación dirigida a preparar al país para todos los escenarios futuros y triunfar con la paz, aseveró.
Por su parte, la cancillería venezolana llamó a consulta a su Encargado de Negocios en Washington, Maximilien Arvelaiz, mientras varias organizaciones como el Partido Socialista Unido de Venezuela rechazaron la amenaza de agresión y mostraron su compromiso de defender la nación a cualquier precio.
El titular de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, denunció que la maniobra estadounidense trata de impedir que Venezuela asista a la Cumbre de las América a celebrarse en Pana el próximo mes de abril.
También representantes del poder ciudadano en Venezuela, como el Defensor del Pueblo, Tarek William, estimaron que el plan de Washington es desatar una guerra sucia para poder atacar y desacreditar a la patria y al presidente Maduro.
A su vez, manifestó que declarar a Venezuela como una amenaza para la seguridad del gobierno norteamericano implicaría una amenaza militar.
De acuerdo con el embajador de Venezuela ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, el norteño país tiene adicción por las guerras porque las ve como un negocio.
El diplomático destacó que el imperio  trata de destruir el «mal ejemplo» que constituye Venezuela, porque ha resistido durante 16 años todo tipo de amenazas.
Tras resaltar la solidaridad internaconal, Chaderton agregó que Venezuela no está sola y cuenta con lo que llamó un gran anillo de protección, el legado de Hugo Chávez, una de las grandes preocupaciones de Estados Unidos.

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