Irán y G5+1 resolvieron tema de sanciones, pero siguen negociación

Teherán, 31 mar (PL) Irán y las seis potencias que negocian en Lausana resolvieron el tema de las sanciones económicas y están dispuestos a seguir conversaciones después de la medianoche de hoy, cuando vence el plazo fijado para un acuerdo marco.
El miembro de la delegación negociadora iraní Hamid Baeedinejad confirmó a la agencia oficial IRNA que representantes iraníes y del Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania) intensificaron las discusiones para tratar de lograr un arreglo.
Baeedinejad remarcó que la república islámica siempre se ha opuesto a un acuerdo per se, sino uno que salvaguarde sus derechos básicos al uso pacífico de la tecnología atómica en base a las normas internacionales, una postura que mantendrá hasta el final de las discusiones, acotó.
Destacó que las negociaciones se hallan en sus etapas finales con alta prioridad en materia política, legal y técnica, y ahora se enfocan a detalles en lo relativo a las sanciones, investigaciones y desarrollo de las actividades de enriquecimiento de uranio.
Llegar a una solución final depende del grado de decisiones que se adopten, apuntó el funcionario al admitir que todavía quedan por delante asuntos «retorcidos y complicados», y asegurar que las pláticas sólo concluirán cuando se adopte una decisión final sobre todas las opciones propuestas.
Según fuentes diplomáticas en Teherán, el 90 por ciento de las cuestiones técnicas debatidas ya quedaron resueltas, pero persisten divergencias sobre asuntos medulares, por lo que las partes se han abstenido de marcar un momento específico para concluir las tratativas.
Además de las sanciones económicas impuestas a la república islámica por Occidente, los temas de mayor conflicto son las inspecciones a las instalaciones atómicas de Irán, lo cual el gobierno persa objeta por considerarlas invasivas y humillantes.
También está pendiente de entendimiento el destino del uranio ya enriquecido por este país, el cual las autoridades desean mantener en su poder para actividades nucleares civiles, mientras su contraparte presiona porque sea almacenado bajo custodia de terceros.
Estados Unidos y los países europeos del G5+1 insisten igualmente por limitar el proceso de enriquecimiento de uranio iraní, frente a la demanda de Teherán de mantener niveles aceptables para satisfacer sus necesidades energéticas y en el campo de la medicina nuclear.

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