Washington, 19 abr (PL) Cientos de personas se reunieron hoy frente al emplazamiento del antiguo edificio federal de la ciudad estadounidense de Oklahoma, para recordar a las 168 víctimas del mayor atentado terrorista ocurrido en suelo estadounidense hasta ese entonces, hace 20 años.
Familiares de los fallecidos y sobrevivientes de la atroz explosión con un camión bomba, así como funcionarios del gobierno estatal y federal, se congregaron este domingo en el Memorial y Museo de la urbe, informó la cadena televisiva NBC News.
Entre los asistentes se encontraba el expresidente William Clinton (1993-2001), quien agradeció a los habitantes de Oklahoma por la prueba de resistencia ofrecida y su capacidad para reponerse al acto terrorista.
Venimos aquí a recordar a los que murieron, los que sobrevivieron y los que cambiaron para siempre. Que quienes están aquí conozcan el impacto de la violencia. Que este monumento ofrezca consuelo, fortaleza, paz, esperanza y serenidad, manifestó por su parte Richard Williams, un sobreviviente del ataque.
El 19 de abril de 1995, un camión cargado con explosivos estalló frente al edificio gubernamental Alfred P. Murrah de Oklahoma City, el cual causó 168 muertos, el acto terrorista más mortífero hasta el ataque del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono.
El atentado de Oklahoma City fue perpetrado por el simpatizante ultraderechista y antigubernamental Timothy McVeigh, con la ayuda de Terry Nichols, ambos ciudadanos estadounidenses.
El primero fue ejecutado en 2001, mientras que el segundo cumple cadena perpetua.
Un tercer hombre, Michael Fortier, fue condenado a doce años de prisión por no alertar a las autoridades de las intenciones de McVeigh y Nichols.
McVeigh, un excombatiente de la guerra del golfo Pérsico, sostuvo que cometió el atentado en respuesta a la intervención de agentes federales contra el rancho de la secta de los Davidianos en Waco, Texas, en cuyo incendio fallecieron 83 personas el 19 de abril de 1993 después de un sitio policial de 52 días.
De las 168 personas que murieron a causa de la explosión en Oklahoma City, 19 eran niños pequeños que se encontraban en la guardería del edificio federal.
Además, la enorme potencia del explosivo hecho a base de fertilizantes destruyó o dañó 312 edificios en un radio de 16 manzanas, destrozó 86 autos y causó daños por unos 652 millones de dólares.
«Todavía no sabemos cómo McVeigh y Nichols aprendieron a construir una bomba de ese tamaño y potencia. Tampoco sabemos las identidades de las otras personas vistas con McVeigh en la mañana del atentado», recordó en un artículo publicado esta semana Andrew Gumbel, autor de un libro sobre las incógnitas que aún envuelven el suceso.