Restos de Neruda, manzana de la discordia en Chile

Por Fausto Triana

Santiago de Chile, 23 may (PL) Un largo diferendo, ahora con mayor acritud, mantiene en vilo la devolución de los restos mortales de Pablo Neruda a su casa de Isla Negra, Chile, mientras se espera por el dictamen de los jueces.
Neruda, que era un hombre con ferviente devoción por temas amorosos, fue también un incansable defensor de las causas justas alineado con la izquierda como miembro del Partido Comunista.
La exhumación del cuerpo del Premio Nobel de Literatura tuvo lugar en abril de 2013, ante la sospecha de que el autor de Canto General murió envenenado por la dictadura de Augusto Pinochet y no como consecuencia de un cáncer de próstata.
Sin embargo, las investigaciones ratificaron la causa del fallecimiento fue la misma señalada, es decir por cáncer de próstata según un grupo de peritos internacionales que llegaron a esa conclusión en noviembre de 2013.
Pero las dudas y discrepancias siguieron. Antes el juez Mario Carroza y ahora la Fundación Pablo Neruda que administra sus bienes, se enfrentaron a Rodolfo Reyes, sobrino del poeta y abogado de profesión.
Carroza había dictaminado retornar los restos del autor de Veinte Poemas de Amor y una Canción Desesperada a su tumba de la Casa Museo de Isla Negra el 8 de abril de 2015, pero Reyes y otros familiares se opusieron.
La Fundación, en un comunicado la víspera remarco que «ha pasado un tiempo más que prudencial para que el poeta vuelva a descansar en paz».
Reyes consideró que la intervención de la entidad es «incoherente, ilógica y torpe».
«Es un capricho de parte de la fundación. No tienen por qué meterse en asuntos judiciales. Deberían tener más dignidad. ¿Por qué están apurados, acaso no les ha funcionado el negocio?», comentó Reyes a la prensa.
Según el principal heredero de Neruda, el juez Carroza sabe que la próxima semana viene un experto al país «para seguir en este trabajo», en relación con las sospechas de envenenamiento del vate.
Restituir ahora los restos frenaría la posibilidad de una nueva exhumación, comentó Reyes, quien solicitó actuar bajo la lógica científica, al tiempo que criticó a la Fundación Neruda y su supuesto afán comercial en la Casa Museo de Isla Negra.
Las sospechas de envenenamiento por la dictadura de Augusto Pinochet surgieron a partir del testimonio de Manuel Araya, chofer de Neruda.
Neruda (1904-1973), falleció el 23 de septiembre de 1973, pocos días después de la asonada golpista encabezada por Pinochet, que dejó un baño de sangre para Chile.
De acuerdo con el abogado de la instancia gubernamental de Derechos Humanos, Rodrigo Lledó, las nuevas evaluaciones buscan establecer si hubo daño celular en las proteínas, producto de algún agente que hoy día no esté presente en los restos.
No estamos buscando el veneno, sino el tipo de daño que podría haber ocasionado algún tipo de veneno o agente químico, biológico e incluso radiológico, explicó recientemente Lledó.

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