Desafío: Un Grato Adiós

Por Rafael Loret de Mola
Por Rafael Loret de Mola

*Un Grato Adiós
*La Guerra “Fría”
*Intrusos Modernos

Al fin, terminamos con 2016. Cada quien puede observar sus saldos personales y algunos hasta se entusiasman por ellos. En el fondo de cada conciencia, sin embargo, anida la desesperación, la impotencia y la rabia contenida. Si quienes ejercen el poder no lo percatan, peor para ellos. Hay que avisarles: 2017 no será tranquilo ni pueden esperar que la sociedad siga cruzada de brazos ante el espectáculo grotesco de una clase política represora, asesina y profundamente ignorante y desconocedora de la geografía nacional. No es posible soportar más.
– Desde luego no es misión de este columnista estelarizar el papel de aguador de fiestas en esta noche que esperamos tranquila y sin avisos de Apocalipsis como en las respectivas efemérides de 1994 y 2012. Sin embargo, es necesario reflexionar, una y cien veces si es necesario, cuáles son nuestros deberes primigenios empezando con el bienestar de la familia que no se agota con una buena cena de fin de año; lo trascendente es legarles a quienes nos siguen un México con justicia y libertad. ¿Y cuánto hemos andado en esta dirección? Veamos hacia atrás y resolvamos esta interrogante en lo más profundo de nuestras conciencias. De no hacerlo, el tiempo pasará y nos convertiremos en cenizas sin posibilidad de redención.
Nos duele México aun cuando, en familia, tratemos de consolarnos unos a otros, observando los pesebres hogareños que nos guían todavía con la esperanza de la estrella que se posó en Belén como demostración de que la humildad es el mejor ingrediente para ejercer el liderazgo, en este caso el divino, el más alto de todos, sobre las sociedades convulsionadas por el odio y la violencia. ¡Ay, si lo entendieran los gobernantes que nos agobian y afrentan precisamente con la soberbia que es origen de la prepotencia y la ceguera ante las terribles heridas sociales!
Quizá algunos lectores –y lo entiendo- lean estas líneas pareciéndoles fuera de lugar, incluso molestas en una tarde-noche en la que suele brillas la euforia, exaltada por los vinos de marca o el alcohol destilado según sea el nivel de cada quien en una comunidad plagada de desigualdades extremas; pero es necesario recordarlo así como los romanos triunfadores llevaban al pie de su carroza, durante los desfiles con olor a gloria, a un servidor que les decía constantemente al oído: “recuerda que eres humano”. Y comprendían así que la perentoria exaltación terminaría junto al despliegue de sus tropas. Nada más, como no tiene un día más un sexenio ni un año como el que hoy termina.
No es sencillo abrir el baúl de los recuerdos y las nostalgias cuando hay tanta superficialidad alrededor; cuando se llama locos a quienes sufren por el dolor de México o se estigmatiza a los luchadores sociales que se atreven a dar la cara cuando so9n quienes corren los riesgos para aliviarnos a todos del rencor exaltado por la impudicia y el horror de la corrupción acumulada. Ya son demasiados años, y el que se va uno de los más significativos, de aguantar el cinismo, la amoralidad y la deformación de quienes pretenden ser conductores de una nación atenaceada.
Pensemos en ello cuando brindemos; en lo particular, tendré la mente en ese mañana que no parece optimista sino conforma acaso el mayor de los desafíos de nuestra vida. 2015, ¿seremos capaces de dar un paso, de verdad, hacia la transformación moral e integral del cuerpo místico de la patria? Debemos pensar en ello antes de que algunos se pierdan por las efervescencias del alcohol. Anestesiados por voluntad propia, diría. Mejor permanezcamos con nuestros cinco sentidos para jamás olvidar uno de los peores años de nuestra existencia, este 2014 que se va. Es un grato adiós.
– Debate
– Con o sin guerra fría, la humanidad no aprende las duras lecciones de la polarización. Ya se cumplen más de dos décadas y un lustro desde la pulverización de la Unión Soviética, la potencia que fue contrapeso a la Casa Blanca, y los rusos, desprendidos de “sus” repúblicas, vuelven andar la senda hacia la autocracia. Mientras, en los Estados Unidos la política gremial cada vez tiene más éxito acaso como efecto de la manipulación colectiva: un hijo ya fue sucesor del padre, mediando sólo dos cuatrienios de por medio, y una mujer buscó, sin éxito por intervención de Putin, de Rusia, el cargo que ostentó el consorte años atrás.
– Si tal pasa en dos de las naciones que ejercen liderazgos políticos no debe extrañarnos la recomposición, quizá la descomposición, de la geopolítica universal. Esto es como si estuviéramos andando hacia atrás en una peligrosa regresión histórica. ¿Y todo por qué? la respuesta es compleja aunque pueda perfilarse en una sola sentencia: quienes mueven los hilos del poder encontraron los antídotos efectivos contra la democracia. Con ello, claro, nuestra capacidad de asombro parece agotada.
– Europa tiende a la derecha y Latinoamérica ancla en el populismo; el “euro” golpea al dólar guiado por los especuladores que acaso proyectan equipararlo con la libra esterlina para maniatarlo después, pero se desploma; surgen nuevos matriarcados, con la exaltación de los “príncipes consortes”, en distintas latitudes y la reelección se ha convertido en un vicio observado, de manera tendenciosa, como “democrático” en cuanto que está marcado por el aval popular volcado hacia las urnas. De la confusión inducida pasamos a la abierta manipulación.
– Me queda claro que uno de los valores esenciales de la vida democrática, en todo tiempo y lugar, debe ser el impedimento para quienes gobiernan de optar a la reelección basándose en una popularidad circunstancial, acaso un espejismo, que deviene, precisamente, del ejercicio del poder. Es obvio que cuantos mantienen los controles cuentan con excepcionales capacidades de promoción, inalcanzable para sus opositores y rivales, y de maniobra, gracias a la cual pueden proyectar su dominio hacia los árbitros electorales asegurando la continuidad contra viento y marea.

– La Anécdota
La pretendida reconquista, ahora corporativa, no sólo se avizora en territorio mexicano sino también en los escenarios más convulsos. En Venezuela en donde los capitales ibéricos han sido amenazados por la dolida egolatría del mandante intratable, Nicolás Maduro Moro, es un español, curiosamente un profesor quien ejerce el papel de “eminencia gris” y marca las pautas para las pretendidas reformas constitucionales, por ahora detenidas perentoriamente. El personaje, valenciano de origen, no se conforma con ello: también influye decisivamente en los gobiernos de Bolivia, con todo y las raíces indígenas de Evo Morales, y Ecuador, con el populista Rafael Correa.
¿Y en México? Bueno aquí contamos con asesorías de lujo, como la muy conocida del hispano Antonio Solá Recher, nacionalizado ya, quien fuera, nade menos el principal diseñador de las estrategias políticas y proselitistas de José María Aznar, el ex presidente del gobierno español convertido en manzana de la discordia entre los jefes de Estado de Venezuela y España. Pero, de verdad, ¿los necesitamos? Pues sí: para darles una patada por el trasero. Así terminamos 2016.
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E-Mail: loretdemola.rafael@yahoo.com
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TRATEMOS DE BRINDAR SIN OLVIDAR UN SEGUNDO. LA CLASE POLÍTICA ESO DESEA: QUE PASE EL TIEMPO, LLEGUE 2017 Y PUEDA DE NUEVO COMENZAR LA ANDANADA LUEGO DE UN “BORRÓN Y CUENTA NUEVA”. NO LO PERMITAMOS. SI SENTIMOS IMPOTENCIA, LO QUE ES DESPRECIO POR NOSOTROS MISMOS, PENSEMOS EN CUANTO MÁS AMAMOS: NUESTROS HIJOS Y NIETOS QUIENES MERECEN VIVIR EN UN PAÍS DISTINTO, SIN SATRAPÍAS NI CACICAZGOS NI FANATISMOS. ROGUEMOS POR ELLO.

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