Última oportunidad para ver “Pasión y Violencia” de Otto Dix

Dix fue requerido para hacer retratos, en los que pone su oficio de pintor de primer orden con toda la academia a cuestas, la pincelada pulida y el color se hacen presentes en la obra.

Por Malinalli Galván

Ciudad de México, 12/01/17, (N22).- La exposición “Pasión y Violencia” del artista plástico alemán Otto Dix termina su temporada en el Museo Nacional de Arte que, a decir del departamento de prensa del museo, se va como una de las muestras de gran éxito, ya que tuvo arriba de 80 mil visitantes, lo que significa alrededor de mil 200 personas al día, no sólo en la sala de exhibición sino como participantes en las actividades que se ofertaron como conferencias, cursos, ciclo de cine e incluso talleres para niños, un público que no se esperaba, pero que también tuvo buena respuesta.

La muestra, compuesta por 122 piezas, es una retrospectiva que abarca las distintas etapas artísticas del pintor, algo que no se había dado anteriormente con esa extensión de obras.

El recorrido empezó en la sección “El trauma de la Guerra Mundial”compuesto por grabados en los que el artista revela escenas del conflicto bélico con soldados, cadáveres y situaciones que exhiben el terror que se vivía adentro y fuera de campo de batalla, lo que conoció desde dentro al ser voluntario del ejército alemán.

Al término de la guerra, Dix puso su atención en la vida cotidiana de una Alemania golpeada y devastada que se compone de sobrevivientes, mutilados mendicantes, asesinos sexuales (trastornados), toda esa humanidad trastocada en lo ético y lo moral, además de la miseria era general, como queda plasmado en las obras del módulo “Muerte y resurrección. La realidad como construcción”.

En la serie “Eros en la metrópolis”, el artista expuso una etapa en la que, sin dejar de centrar su mirada en quienes aún padecen los estragos de una guerra como las prostitutas o los “artistas” de circos, se acerca al cuerpo femenino, desde las jóvenes meretrices, hasta las mujeres de más edad o las “comunes y corrientes” de cuerpos varios pero nunca dentro del canon de belleza de la época.

A la postre, Dix fue requerido para hacer retratos, en los que pone su oficio de pintor de primer orden con toda la academia a cuestas, la pincelada pulida y el color se hacen presentes en la obra. En esta fase dio pie a las obras que conformaron la sección “El rostro del tiempo. En el espejo de la época”. Dominan escenas de guerra en gran formato y a todo color, donde el ejército Nazi no sale “bien parado”.

La muestra concluye con la sección “La guerra y la paz. En la Europa dividida”, en la que se aprecian pinturas de estilo menos realista pero con escenas elocuentes, con toques de plástica de vanguardia.

 

La muestra cierra el viernes 13 de enero con un concierto de punk acústico a cargo del grupo Aire sofocante, a las 19.00 horas.

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