Irma, el huracán que desapareció el mar de las costas

Por Por Nicholas Valdes

La Habana, (PL) Ya lo que se pueda decir sobre el devastador huracán Irma tras su paso por el Caribe sería redundar en pesares y malos recuerdos.
El fenómeno meteorológico, el de más larga duración manteniendo la categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, cambió totalmente la geografía de varias islas de las Antillas Menores.
Pero Irma hizo incluso más que eso, pues tras azotar zonas como Bahamas o Florida, muchos usuarios de Internet comenzaron a subir fotos que mostraban las costas sin mar, el océano había desaparecido por completo dejando un horizonte desierto.
¿Cómo pudo ocurrir esto? Porque si bien se conoce que ese tipo de paisaje se ha podido ver en el pasado con la llegada de tsunamis, con un huracán es diferente, lo que lo convierte en un fenómeno inusual.
En el caso de los tsunamis, el mar se retira como resultado de la vibración en la placa tectónica. Sin embargo, con el ciclón no pasa igual, y aunque se suman varios factores para que ocurra este desplazamiento, hay uno esencial: el viento huracanado. Para ello es necesario un huracán con la suficiente fuerza como para cambiar la forma del mar.
Uno de los videos colocados en la red de redes muestra la costa de Bahamas completamente seca. Los vientos huracanados eran tan fuertes que estaban desplazaban el agua del litoral. El viento en Long Island -una de las islas del archipiélago- estaba soplando desde el sureste al noroeste. De esa forma, en el lado noroeste de la isla el agua salía como disparada.
Algo similar ocurrió en la costa del golfo de Florida (Estados Unidos), donde los vientos iban hacia el este, situación que empujó el agua hacia el oeste, también lejos de la costa. Este efecto se produce a través del rozamiento del viento huracanado con el mar. El agua se desplaza y el viento la arrastra hasta otra zona, dónde depende de la fuerza y la dirección.
Al mismo tiempo, en varias localizaciones experimentaron el efecto directo al arrastre de toda esa masa, la cual iba a parar al centro de la tormenta,  donde la presión es más baja y los vientos convergen, haciendo que se acumule el agua.
De acuerdo con los meteorólogos, la baja presión se refiere al mecanismo de succión. Cuando la presión es excepcionalmente baja y los vientos son extremadamente fuertes (caso de Irma), se pueden crear estas protuberancias de agua del océano bajo el centro de la misma tormenta.
No obstante, a pesar de lo curioso del fenómeno, es muy poco recomendable quedarse mucho tiempo en ese lecho marino donde antes había océano. La razón es que el agua que falta regresará con la marejada ciclónica (como ocurrió en Long Island), y lo hará elevando drásticamente el nivel del mar con gran oleaje.

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