Donald Trump, polémico protagonista de Twitter en 2017

Por Martha Andrés Román

Washington (PL) Ni conferencias de prensa, ni comunicados, ni discursos, la principal vía de comunicación del presidente estadounidense, Donald Trump, es la red social Twitter, también escenario de sus más sonadas polémicas.
Envuelto en una guerra habitual con muchos de los principales medios de prensa de este país, el gobernante republicano ha defendido su poco ortodoxo empleo de la red de microblogging como una forma de transmitir un mensaje «honesto y sin filtrar».
A través de sus tuits realiza anuncios de políticas y medidas gubernamentales, ataca a adversarios políticos y a las propias empresas periodísticas, alaba a aliados, resalta los logros de su administración y llega incluso a adentrarse en rencillas que no pocos consideran «poco presidenciales».
No es de extrañar que se generara un gran revuelo cuando el pasado 2 de noviembre un empleado de Twitter que estaba en su último día de trabajo borró por 11 minutos la cuenta personal del jefe de la Casa Blanca, que tiene más de 45 millones de seguidores.
El peso del mandatario en la red social se evidenció, además, cuando el 31 de mayo la palabra «covfefe» se convirtió en tema del momento luego de que Trump la empleara esa madrugada en un tuit inconcluso.
«A pesar de la constante prensa negativa covfefe», escribió entonces en lo que pareció ser un error tipográfico que se mantuvo en el servicio unas seis horas antes de ser eliminado.
Durante ese tiempo, y en los días siguientes, miles de internautas bromearon con el vocablo, se aventuraron a atribuirle significados, lo emplearon en mensajes políticos y hubo personas en Estados Unidos que personalizaron las matrículas de sus automóviles con la misteriosa palabra.
Pero la mayoría de los pronunciamientos del presidente norteamericano en esa plataforma tienen un tono más serio, con repercusión doméstica e internacional, y suelen desatar el apoyo de muchos partidarios y las continuas condenas de opositores a su administración.
De ahí que al cierre del año, y cuando ya su administración cumplió 11 meses, muchos medios hacen un recuento de lo que fue 2017 en la cuenta de Trump.
Hay algunos tuits que difieren de una lista a la otra, pero casi todos los trabajos sobre el tema coinciden en incluir algún señalamiento relacionado con la prensa.
Los medios de noticias falsas (el fallido The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mis enemigos, son enemigos del pueblo estadounidense, escribió el 17 de febrero, antes de cumplir un mes en el cargo.
Después vinieron numerosas entradas de ese tipo, muchas de ellas causantes de gran controversia, como cuando difundió un video falso en el cual se veía al presidente agredir físicamente a una persona que lleva por rostro el logotipo de CNN.
En otro momento temprano de su administración, el 4 de marzo, generó agitación al acusar a su predecesor, Barack Obama (2009-2017), de interceptar sus comunicaciones antes de los comicios del 8 de noviembre de 2016.
«ÂíTerrible! Acabo de enterarme de que Obama hizo que intervinieran mi teléfono en la Torre Trump justo antes de la victoria. No encontraron nada. Esto es McCarthismo!», escribió sin mencionar pruebas que sustentaran tal denuncia.
Un tema que ha marcado su administración, incluso antes llegar a la Casa Blanca, es el de la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016 y una supuesta complicidad con el equipo del gobernante, sobre lo cual hay investigaciones en marcha a nivel judicial y en el Congreso.
En diferentes momentos Trump se ha referido al asunto en la red social, y en el último mes arreció los ataques contra el Buró Federal de Investigaciones (FBI) con denuncias de parcialidad.
Muy sonadas fueron, asimismo, sus arremetidas contra la Liga Nacional de fútbol americano (NFL), como represalia por la decisión de varios atletas de arrodillarse durante el himno estadounidense como protesta contra la violencia policial y la discriminación racial.
«Si un jugador quiere el privilegio de ganar millones de dólares en la NFL o en otras ligas, no se le debe permitir que no respete nuestra Gran Bandera Americana y debe estar de pie en el Himno Nacional. Si no, está despedido ÂíQue encuentre algo más que hacer!», manifestó en septiembre.
Fue en esa misma etapa cuando el presidente recibió fuertes condenas por ir contra los deportistas mientras ignoraba en sus tuits la situación en Puerto Rico, el territorio con estatus colonial de Estado Libre Asociado que quedó devastado por el huracán María.
Una de las principales críticas del gobernante fue la alcaldesa de la ciudad de San Juan, Carmen Yulin Cruz, a quien el mandatario respondió: «El liderazgo pobre de la alcaldesa y el de otros en Puerto Rico no consigue activar a sus trabajadores para que vengan a ayudar».
Ni siquiera colaboradores cercanos o miembros del gabinete escaparon del alcance de sus recriminaciones, como sucedió con el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el fiscal general, Jeff Sessions.
Al primero de ellos lo contradijo el 1 de octubre cuando consideró que el jefe de la diplomacia perdía el tiempo tratando de negociar con la República Popular Democrática de Corea. «Ahorra tu energía Rex, vamos a hacer lo que hay que hacer».
Del secretario de Justicia, en tanto, expresó el 25 de julio que tomó una posición «muy débil respecto a los crímenes de Hillary Clinton», y al día siguiente lo condenó por no reemplazar al entonces director interino del FBI, Andrew McCabe.    Ese mismo día dio a conocer en la red social su decisión de prohibir que las personas transgénero sirvan en las Fuerzas Armadas, una medida desafiada luego en los tribunales y que los jueces encargados de decidir sobre el caso finalmente bloquearon.
Con tanta presencia en Twitter, no resultó sorpresa cuando la plataforma anunció a principios de este mes sus números de 2017 y señaló que Trump fue el líder mundial más mencionado durante el periodo.
Sin embargo, ninguna de las publicaciones del republicano aparece entre las 10 más gustadas o más retuiteadas de la etapa, indicadores en los cuales quedó muy por detrás de Obama.
El demócrata fue el autor del tuit más gustado, no solo del año, sino de la historia de la red social, el cual incluyó una cita del expresidente sudafricano y líder antiapartheid Nelson Mandela; y tuvo, además, tres mensajes entre los más compartidos.

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