Damasco, 9 jul (PL) Unos 350 opositores armados se entregaron con sus pertrechos al Ejército Árabe Sirio en la central ciudad de Homs, al igual que otros 40 en la provincia de Deir Ezzor, en el oriente del país.
En cada caso, las autoridades normalizaron su estado jurídico tras comprometerse a no volver a alzarse o cometer actos que perjudiquen la seguridad nacional y de los ciudadanos, resaltó este martes la agencia de noticias SANA.
Anunció la fuente el restablecimiento de la seguridad en los alrededores de los poblados de Kafarruma y Hish, en la noroccidental provincia de Idleb.
Como parte de la ofensiva en Homs, los militares eliminaron a dos mercenarios y capturaron a un tercero, tras choques contra una banda que se refugiaba entre las aldeas de Sadad y al-Namieh, lugar donde también se decomisó un vehículo cargado con distintos tipos de armas.
Otra unidad del Ejército dejó tendidos a varios irregulares que pretendía huir a territorio libanés, cerca de la llanura de al-Bukeiah, al este de la localidad de Talkalakh, agregó el medio noticioso.
Añadió que también en Homs fueron detectados al menos cuatro túneles ilegales, uno de ellos de un kilómetro de largo, donde permanecían escondidos equipos de perforación, barriles con lubricante y vehículos para el transporte de armas ocultados por mercenarios.
Por su parte, el canal oficial de noticias se refirió a combates contra los llamados rebeldes en Ghouta Oriental, Barzeh y Duma, provincia de Damasco Campo, donde cayeron un número indeterminado de contrarios y unidades de las Fuerzas Armadas echaron abajo refugios clandestinos con gran cantidad de pertrechos.
En Duma, los uniformados destruyeron ametralladoras y una base para el lanzamiento de misiles cerca de un centro escolar, subrayó.
La televisora anunció que dos ciudadanos resultaron heridos en las primeras horas de la noche, uno de ellos en estado grave, por la caída de un proyectil de mortero en la plaza Abbasin, en esta capital.
Un civil también murió cuando desconocidos abrieron fuego contra su vehículo cerca de la Unidad de Agua en Harasta, en la provincia de Damasco Campo.
Las autoridades acusan de tales actos terroristas a los grupos opositores armados financiados, entrenados y con cobertura mediática por parte de administraciones occidentales y de Oriente Medio que pretenden el derrocamiento del gobierno del presidente Bashar al-Assad.