(N22) “El gobierno de Estados Unidos siempre ha realizado espionaje, la diferencia ahora son las nuevas tecnologías de información. Enfatizaría la perspectiva ética, que se está trasgrediendo, porque una cosa es la libertad de expresión y otra trasgredir el código. Si cualquier empleado puede revelar información que caiga en el ámbito de la esfera pública, ahí encuentro lo más delicado del caso. Tenemos que apelar a retomar los principios éticos de nuestra calidad de ciudadanos globales. Esto implica el compromiso con valores para que el estado en correspondencia pueda salvaguardar la libertar y garantías”, comentó Arlene Ramírez, académica del ITESM, en torno al espionaje del gobierno estadounidense.
Este 9 de julio el diario brasileño O Globo, reveló en un reportaje coescrito por el periodista Glenn Greenwald del rotativo The Guardian, donde asegura (a través de un documento revelado por Edward Snowden) que el gobierno de Estados Unidos tiene programas de espionaje en Argentina, México, Colombia, Ecuador y Venezuela.
Los programas son Prism y Boundless Informant. El primero opera desde 2007 y permite acceso a correos electrónicos, llamadas de voz de usuarios de Facebook, Google, Microsoft y Youtube.
A través de Prism, Estados Unidos obtuvo información sobre narcóticos en México y adquisiciones militares y de energía en Venezuela. Asimismo, el diario brasileño informó que tras la muerte de Hugo Chávez, la intensidad de vigilancia a Venezuela, aumentó, (información de Animal Político).
Un programa nada nuevo
PRISM entró en vigor gracias a la autorización de una ley aprobada durante el mandato de George W. Bush y prorrogada en 2012. El programa se hizo público cuando The Guardianreveló la existencia de una orden judicial secreta que obliga al operador estadunidense Verizon a entregar diariamente a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) todos los datos telefónicos de sus abonados entre abril y julio de 2013. (Véase El caso Snowden en 10 pasos http://bit.ly/185tQqn).
En opinión de la internacionalista del ITESM, en el caso Snowden y en el caso de Julian Assange, más que un caso político es un caso ético. Por el impacto que tiene ante la opinión pública el hecho de que un empelado federal traicione el código de ética de información clasificada. “Creo que es importante reconocer que no es nuevo que el gobierno de Estados Unidos tenga servicios de inteligencia buscando información de los ciudadanos, lo que pasa es que ahora las tecnologías digitales han permitido que esto se expanda y esta vigilancia venga a cualquier ciudadano del mundo”.
Desde el 11 de septiembre de 2001, el gobierno de EU empezó este nuevo proceso de espionaje o de verificación de fuentes, argumentando la lucha contra el terrorismo. “Es un esfuerzo por salvaguardar la seguridad nacional, que son válidos, ya que su constitución determina que en aras de la protección del colectivo, el gobierno está facultado para sobre poner los derechos de la comunidad ante los derecho individuales, ahí radica la controversia”.
¿Qué sabían y qué es nuevo para los gobiernos no estadounidenses?
Además de América Latina, países europeos también registraron casos de espionaje como reveló el diario Le Monde respecto a Francia. El diario alemán Der Spiegel reportó que «Estados Unidos colocó micrófonos en la representación de la Unión Europea en Washington y se infiltró en su red computacional», informó CNN.
Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, ministra de justicia alemana, dijo que “si las acusaciones eran ciertas era una reminiscencia de la Guerra Fría», y pidió «una explicación inmediata de Estados Unidos». Ángela Merkel, canciller de Alemania, acordó con Barack Obama tener un diálogo al respecto.
“Los gobiernos internacionales siempre han sabido del espionaje y no ha desaparecido, se rebajó la especulación de espionaje a partir el fin de la Guerra Fría pero nunca se aseguró que desapareciera. El gobierno de Obama no contaba con que internet tuviera esa velocidad y ese tipo de fugas de información, siempre ha existido como en elWatergate”, agregó Ramírez.
El trasfondo y las coyunturas (posibles)
La Unión Europea y Estados Unidos están por firmar el Tratado de Libre Comercio, tras la larga época de crisis en ambas regiones. Los actos de espionaje parecieran un argumento de ficción que imposibilite el acuerdo.
A propósito, Arlene comentó: “a alguien le interesaba que EU tuviera un conflicto diplomático por supuesto. Quizá grupos de inversionistas de EU y de la UE estén tratando de boicotear el tratado más interesante de los últimos años, no sólo por las condiciones de empleabilidad, de desarrollo económico y la poca respuesta a la recesión económica”.
Gobiernos como el de Rusia y China, que retiraron la posibilidad de dar asilo a Snowden pareciera que se resisten a ir en contra de Estados Unidos. Dentro de América Latina “las respuestas de Ecuador o Nicaragua obedecen a una respuesta política para acomodarse en un bloque antiestadunidense”, explicó la académica.
“Lo que le pasa al gobierno estadunidense le pasa a cualquiera”
Entretanto para la académica esto que le pasa a los gobiernos le pasa a cualquiera que manda una foto privada y en cualquier momento se hace del dominio público.
“Lo que le pasó a EU con Snowden es lo que le puede pasar (guardando sus debidas proporciones) a un adolescente que se toma una foto personal y la comparte con otra persona, quien pone la foto en internet. Debemos ver el fondo no la forma del caso, es un asunto de ética y corresponsabilidad, me parece que todos como ciudadanos digitales debemos respetar”, concluyó.