Berlín, 4 sep (PL) Laboratorios de varios países de Europa analizarán las muestras recogidas por la misión de Naciones Unidas en la zona de Siria donde ocurrió el presunto ataque químico, informó hoy la prensa local.
Según los reportes, Alemania es una de las naciones donde se desarrollan las investigaciones para determinar si en los hechos del 21 de agosto en Damasco se emplearon armas químicas.
El periódico Sueddeutsche Zeitung apuntó que las muestras fueron llevadas al Instituto Científico para Tecnologías Defensivas de la ciudad de Munster, ubicada en el occidente del país.
Se trata de la única institución alemana con capacidad para realizar este tipo de indagaciones, a la cual mandaron muestras textiles y de concreto para rastrear en ellas la presencia de huellas de gases tóxicos, agregó la publicación.
La víspera, medios de comunicación suecos informaron que a ese territorio también habían llegado muestras recogidas en Siria, las cuales serían analizadas en un laboratorio militar ubicado en la norteña ciudad de Umea.
El reporte, elaborado a partir de una conversación telefónica con el jefe de los inspectores de la ONU, Ake Sellstrom, indicó que el proceso podría demorar alrededor de dos semanas, y mencionó que algunas muestras también podrían ser enviadas a Finlandia.
Paralelo a la investigación, varias potencias occidentales como Estados Unidos y Francia intentan promover una intervención militar en la nación del Levante, bajo el pretexto de que el gobierno de Bashar al Assad fue autor del ataque químico contra la población, una acusación sin pruebas lanzada por grupos opositores armados.
Al respecto, al Assad consideró un absurdo tales imputaciones, y aseguró que se trata de maniobras para intentar revertir la situación actual, cuando el ejército sirio ha logrado un avance importante sobre las bandas mercenarias financiadas desde el exterior.
Por su parte, el presidente norteamericano, Barack Obama, pidió al congreso analizar el posible ataque armado contra Damasco, aunque precisó que cuenta con los poderes ejecutivos necesarios para aprobarlos incluso sin la anuencia parlamentaria y sin esperar los resultados de las investigaciones de la ONU.