Washington, 19 sep (PL) La mayoría republicana de la Cámara de Representantes de Estados Unidos prevé votar hoy por una resolución de continuidad que financiaría las operaciones del Gobierno hasta el próximo 15 de diciembre, mientras intentan negociar el límite de la deuda.
La bancada opositora recurrió a ese mecanismo para evitar la interrupción parcial de las operaciones federales y continuar con sus presiones sobre la Casa Blanca con vistas a extender la capacidad de endeudamiento del país a cambio de retrasar la ley sanitaria, aprobada en 2010 y conocida como Obamacare.
Sin embargo, analistas auguran su fracaso en el Senado que está dominado por los demócratas.
El 1 de octubre comienza el año fiscal 2014 y deben entrar en vigor algunas disposiciones fundamentales de la ley de salud -considerada el principal logro legislativo del presidente Barack Obama- que permitirán a los trabajadores optar entre varios seguros médicos, algunos subsidiados por el presupuesto federal.
Antes de ese día, el Congreso debe subir el techo de la deuda, ubicada actualmente en 16,7 billones de dólares, para que el Estado cumpla sus obligaciones financieras y pague a sus acreedores.
Obama, por su parte, se niega a hacer concesiones sobre el aumento del tope del débito público y alertó a los republicanos que con su postura están sentando un precedente peligroso al usar el tope de endeudamiento para presionar a la Casa Blanca por recortes en el gasto federal.
«El trabajo del Capitolio es preparar un presupuesto que mantenga en marcha nuestras tendencias de largo plazo de deflación o nuestras tendencias actuales de reducción del déficit, pero que también nos permita invertir en las cosas que necesitamos para crecer», aseveró el presidente el domingo pasado.
El líder de la mayoría republicana en la Cámara Baja, Eric Cantor, anunció ayer la suspensión del receso previsto la semana próxima con vistas a debatir con el Gobierno el tema presupuestario y evitar el cierre de sus operaciones el 1 de octubre.
Según el congresista, aprovecharán también para discutir un nuevo proyecto para cortar los fondos al Obamacare, aprobar el polémico oleoducto canadiense Keystone XL y avanzar en una reforma impositiva.