Washington, 19 sep (PL) La más reciente masacre en una instalación militar de Estados Unidos que dejó 13 muertos y varios heridos, puso al descubierto vulnerabilidades en los sistemas de seguridad, destacan hoy medios digitales.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, expresó su preocupación por estos procedimientos y ordenó una revisión completa de los contratistas del gobierno y la protección de los empleados, de acuerdo con la Casa Blanca.
La decisión se produjo a raíz del tiroteo en el Navy Yard de Washington, cuyo autor, Aaron Alexis, de 34 años, un exreservista de la Marina que trabajaba como contratista civil, tenía una tarjeta de seguridad que le permitió acceder a la base.
El portavoz de la Casa Blanca Jay Carney dijo ayer que Obama pidió a su Oficina de Administración y Presupuesto, inspeccionar de cerca las medidas de seguridad de contratistas y empleados a través de las agencias federales.
La decisión del gobernante también siguió a la publicación el martes de un controversial informe del Departamento de Defensa, el cual reveló importantes deficiencias en la inspección de seguridad de los contratistas que trabajan en instalaciones de la Marina.
El reporte enfatizó que la Marina obvió muchos de estos controles en varias bases para realizar ahorros en sus partidas, y destaca que, de 10 bases investigadas, en siete de ellas, incluida la Navy Yard, «la Marina no pudo disponer de los recursos y medios adecuados para verificar eficazmente los antecedentes de los subcontratistas externos».
También se evidenció que 52 acusados de delitos federales recibieron pases rutinarios que les permitieron entrar en esos puestos armados sin tener derecho a hacerlo.
Se dice que Aaron Alexis estaba bajo tratamiento psiquiátrico pues sufría de paranoia y serios trastornos del sueño.
Además, han emergido detalles sobre su conducta ya que en 2004 fue arrestado por la policía de la ciudad de Seattle, en el occidental estado de Washington, por responder violentamente al disparar contra las ruedas del auto de otra persona que discutió con él, y fue detenido en 2010 por disparar en su casa con un arma de fuego, aunque alegó que resultó un hecho accidental ocurrido cuando la limpiaba.
Este nuevo suceso ha traído a la palestra un inacabado debate sobre el tema de control de armas de fuego en el país, causante de una ola de violencia hasta ahora indetenible.
Alexis entró en el edificio donde comenzó a disparar con una escopeta que había comprado legalmente en Virginia.
El mes pasado un expsiquiatra del Ejército Nidal Hasan fue condenado a muerte por la matanza en la base de Fort Hood, Texas, en 2009, donde ultimó a 13 personas e hirió a más de 30, en lo que se considera el mayor ataque de este tipo a una instalación militar estadounidense.