Washington, 3 oct (PL) Rusia y Estados Unidos continuarán los acercamientos para una solución de la crisis provocada en Siria por los intentos occidentales de derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad.
Una fuente rusa informó hoy que los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y de Estados Unidos, Barack Obama, podrían reunirse durante la cumbre del Foro de Cooperación de Asia Pacífico (APEC), que tendrá lugar en Bali, Indonesia, la semana próxima.
El asesor presidencial para cuestiones de política exterior, Yuri Ushakov, señaló que ambos mandatarios podrían analizar cualquier tema, pero sin duda Siria dominará la agenda del encuentro, el segundo que se realizaría en los últimos dos meses, en el contexto de citas internacionales.
Ushakov, citado por las principales agencias rusas, señaló que la propuesta partió de Moscú, pero fue recibida de inmediato por la contraparte estadounidense, según comentó la agencia ITAR-TASS.
Mientras tanto, nueve especialistas encargados de verificar el arsenal químico sirio para destruirlo iniciaron este jueves su labor en Damasco, en tanto que la ONU solicitaba mayor acceso internacional para socorrer a los millones de civiles víctimas de la guerra promovida por extremistas extranjeros contra ese país.
Los inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) comenzaron su trabajo pocas horas después de que los quince países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU apoyaron un llamado para favorecer el acceso a los refugiados.
El acuerdo rusoamericano, contemplado en la resolución 2118 del Consejo de Seguridad, fija la inspección de los arsenales químicos en un plazo de 30 días.
En los últimos días el problema de la población civil atrapada en medio del conflicto se convirtió en otro tema de interés de la crisis, que a parte de manipulaciones de algunos países, suscita preocupación en la comunidad internacional.
Mientras tanto en territorio sirio se intensifican las divisiones entre las diferentes partidas armadas, en especial en el norte del país, donde el denominado Ejercito Libre Sirio combate contra yihadistas o mercenarios extranjeros.
El 25 de septiembre, once grupos armados anunciaron la formación de un nuevo frente islámico, que rechaza a la denominada Coalición Nacional Siria (CNFROS), principal alianza política opositora, como su representante.
También en Siria, las autoridades de ese país manifestaron este jueves su negativa a negociar con terroristas armados.
La postura de Damasco está bien definida al respecto, el Gobierno puede, junto a la oposición, conversar y buscar soluciones al conflicto armado que vive la nación, aunque la última palabra la tiene el pueblo en las urnas.
Pero con quienes tienen sus manos manchadas de sangre o llaman a la intervención militar exterior, al decir del ministro de Información, Omran al-Zoubi, no habrá conversaciones de ningún tipo.
Las agrupaciones que apoyan a al-Qaeda en sus ramificaciones como el Frente al-Nousra y el Estado Islámico de Irak y el Levante, y aquellos que forman parte de los mismos, no son invitados al diálogo, enfatizó el dirigente.
Siria, recordó al-Zoubi, planteó desde un inicio la idea del lanzamiento de un diálogo nacional, y también manifestó su disposición de ir a Ginebra sin condiciones previas.
Ginebra II, subrayó, es la continuación de una línea política, que para su éxito requiere de dos partes.
Al Zoubi alertó que existen naciones en la región que se niegan a responder a los esfuerzos internacionales para celebrarla, y tratan de obstaculizar la reunión mediante presiones políticas y el envío de más terroristas, armas y dinero al país.