Tel Aviv, 17 oct (PL) La construcción de asentamientos sionistas en la Cisjordania aumentó 70 por ciento este año en comparación con el anterior, denunció la organización no gubernamental israelí Salom Ajshav (Paz Ahora, en hebreo).
El incremento de las confiscaciones de tierras palestinas y el traslado de comunidades es uno de los principales obstáculos en las conversaciones de paz reiniciadas en julio pasado entre palestinos e israelíes bajo el auspicio de Estados Unidos.
Estadísticas de la entidad pacifista señalan que entre enero y julio de este año comenzó la construcción de mil 708 viviendas en la Cisjordania y el este de Jerusalén, que los árabes llaman Al Quds, y en la cual se proponen fijar la capital de su estado independiente.
Precisa asimismo que el 86 por ciento de las construcciones están al oriente de la muralla construida por Israel en territorio ocupado, en violación de una de las condiciones aceptadas por el Gobierno palestino para reiniciar las negociaciones, estancadas hace tres años por el incremento de la expansión.
Los palestinos llaman el Muro de la Ignominia a ese cercado de concreto que se extiende varios kilómetros limita su libertad de movimientos y obstaculiza sus actividades diarias.
Los residentes en esas comunidades de carácter paramilitar, son en su mayoría emigrados de países de Europa oriental los cuales con frecuencia profanan lugares sagrados cristianos y musulmanes, arrasan tierras de cultivos de palestinos y agreden a la población autóctona, protegidos por el Ejército israelí.
De acuerdo con las leyes internacionales vigentes la confiscación y el asentamiento de poblaciones en territorios de estados bajo ocupación militar constituye un crimen de guerra.