Santiago de Chile, 3 nov (PL) Previo a los comicios del 17 de noviembre, los nueve aspirantes a la presidencia de Chile sostuvieron esta semana el último debate televisado, gravitado por los resultados de una encuesta que concedió amplia ventaja a Michelle Bachelet.
En el debate, realizado durante las noches del martes y el miércoles bajo el auspicio de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), además de la candidata del pacto Nueva Mayoría participaron la exministra de Trabajo Evelyn Matthei, por la Alianza de derecha y el independiente Franco Parisi.
También incursionaron el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami;
Marcel Claude, del Partido Humanista; por el Partido Regionalista de los Independientes, Ricardo Israel; la aspirante por el Partido Igualdad, Roxana Miranda; el independiente Tomás Hocelyn-Holt, y Alfredo Sfeir, del Ecologista Verde.
El elevado número de candidatos, inédito en las presidenciales de Chile, a juicio de no pocos analistas generó que el debate se tornara encartonado, con pocos espacios para analizar a fondo temas claves que preocupan a la ciudadanía y limitadas posibilidades para presentar las propuestas en profundidad, así como para intercambios bilaterales entre los políticos.
No obstante, bajo el formato de preguntas generales y específicas desde dos paneles de periodistas, y meteóricos segmentos para exponer pinceladas de los programas de gobierno, salieron a flote elementos esenciales sobre cada una de las candidaturas, a tres semanas de los comicios.
Lo cierto es que Bachelet llegó blindada al foro de Anatel, luego de que la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), considerada una de las más serias en este tipo de diagnóstico en Chile, arrojó que un 47 por ciento de las personas consultadas dijo que votaría por la expresidenta (2006-2010).
Sólo un 14 por ciento de los electores manifestó que se inclinaría por Matthei, un 10 por ciento a favor de Parisi, un siete por ciento con Enríquez-Ominami, y un tres por ciento identificado con Claude. Los restantes competidores no alcanzaron siquiera un uno por ciento.
Unido a esos datos, el coordinador del área de opinión pública del CEP, Ricardo González, precisó que el estudio no es predictivo, pero que a partir de la fotografía del electorado captada, es posible que no haya necesidad de acudir a una segunda vuelta.
La percepción de triunfo de Bachelet, según la encuesta, también es muy amplia, con un 78 por ciento del electorado que cree será ella la próxima presidenta. Solo un cinco por ciento estima que la ganadora será Matthei.
Escoltada por esos y otros números favorables, en el debate de dos días la exmandataria evitó caer en descalificaciones al referirse a sus rivales.
Bachelet se concentró en defender sus posiciones, fundamentalmente las dirigidas a temas clave como salud, educación, reforma tributaria y nueva Constitución, ejes principales de su propuesta programática, aunque abordó además problemáticas referidas a seguridad ciudadana y temas espinosos como la despenalización del aborto y el matrimonio igualitario, en los que se pronunció por avanzar.
En materia de salud, el tema que más preocupa a los electores de acuerdo con el sondeo, Bachelet prometió la creación de más hospitales, de consultorios de atención primaria e incremento del número de médicos en ese nivel de asistencia.
También adelantó aumentar la oferta de medicamentos y poner fin a la discriminación de las Instituciones de Salud Previsional, un sistema de seguro privado creado durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).
En educación, la expresidenta dijo ser partidaria de una profunda reforma educacional, que asegure una enseñanza de calidad, sin lucro y gratuita en todos los niveles.
Por su parte, Matthei, al hablar de la salud, defendió las políticas del gobierno de presidente Sebastián Piñera, en particular la graduación de más especialistas, según explicó.
Además, criticó el hecho de que haya personas que tengan que esperar hasta un año y medio para poder ver a un especialista. Prometió lo que denominó 100 consultorios de excelencia.
La candidata de la derecha, hija del general (r) Fernando Matthei, quien fuera jefe de la Fuerza Aérea y uno de los cercanos colaboradores de Augusto Pinochet, al hablar de educación defendió su tesis de que la enseñanza no sea gratuita de manera universal, pues en su opinión al 10 por ciento más rico de la sociedad el Estado no debería financiarle los estudios.
Ante las cámaras, incluso, rompió un documento donde hacía constar que pagar la educación del segmento más rico de la sociedad costaría tres mil 500 millones de dólares.
Increpada sobre quién sería el culpable del magro 14 por ciento que le adjudicó la encuesta CEP, el indicador más bajo que recibe la derecha chilena en su historia, la exministra de Trabajo dijo: «No le echo la culpa a nadie, si yo no paso a segunda vuelta sería pura culpa mía, que sería mala candidata».
Candidatos como Claud, Miranda y Enríquez- Ominami abogaron por una Asamblea Constituyente que proponga una nueva Carta Magna, para poner fin a la heredada de la época Pinochet, así como una reforma tributaria que permita destinar los recursos recaudados a introducir cambios en los sistemas de salud y educación.
Además del Presidente de la República, en los comicios del 17 de noviembre los chilenos elegirán los 120 integrantes de la Cámara de Diputados y 20 senadores, correspondientes a las regiones de Antofagasta, Coquimbo, O´Higgins, Biobío, Los Ríos, Los Lagos, Magallanes y Metropolitana de Santiago.
Asimismo estará en juego la elección de los 278 miembros de los 15 Consejos Regionales del país, órganos públicos de los gobiernos territoriales.