Berlín, 3 nov (PL) La creación de un profesorado en homenaje del exsecretario de Estado norteamericano Henry Kissinger sigue provocando críticas en la universidad de Bonn en Alemania.
Mientras el decanato defiende el controvertido proyecto, el Comité General de Estudiantes y el Parlamento de los Estudiantes rechazaron la idea.
Ambos gremios estudiantiles condenaron el intento de la junta directiva de la Universidad de Bonn, de rehabilitar la imagen de Kissinger.
Los estudiantes también rechazan la financiación exclusiva del profesorado por los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores del gobierno de la canciller Angela Merkel.
Los críticos de la cátedra dotada «para Relaciones Exteriores y Derecho Internacional» consideran a Kissinger como culpable de graves violaciones de derechos humanos durante la década de 1970 en el sureste de Asia y en América del Sur.
Cuando se dio a conocer la creación del profesorado hace unas semanas, representantes de la sociedad civil rechazaron la idea como «un chiste macabro» en vista del 40 aniversario del golpe de Estado en Chile.
En una declaración pública, el Comité General de Estudiantes de la universidad rechazó la idea como «totalmente incomprensible».
«Hasta hoy existen graves acusaciones contra Kissinger de ser responsable de crímenes de guerra y graves violaciones de derechos humanos», dice una declaracion a la cual tuvo acceso Prensa Latina.
Según el texto, todavía hay pendientes procesos judiciales contra Kissinger, sin que el acusado se haya entregado.
Según Alena Schmitz, presidenta de Comité general de Estudiantes, «esa negativa de Kissinger para aclarar las acusaciones subraya su papel controvertido».
Hasta que so se aclaren los reproches contra el exfuncionario estadounidense, el gremio estudiantil no podrá aceptar el homenaje a Kissinger, añadió.
Mientras, el Parlamento estudiantil aprobó en su última sesión una declaración que también considera «dudoso si Kissinger es una persona adecuada como ejemplo para la ciencia y la enseñanza del derecho internacional».
En vista de la financiación de la cátedra -un medio millón de euros paga el Ministerio de la Defensa y otros 50 mil el de Relaciones Exteriores- el Parlamento Estudiantil se mostró inquieto sobre la libertad de la investigación y la enseñanza.
Por ello, el gremio demandó publicar todos los contratos entre la universidad y los ministerios.