Asunción, 3 nov (PL) Cada día del año dos niñas paraguayas de entre 10 y 14 años se convierten en madres y contribuyen a la estadística que muestra a adolescentes conformando el 20 por ciento de los partos en el país.
La noticia, que tiene evidente conexión con la situación social imperante en la nación guaraní, los altos índices de pobreza extrema y la crisis en los sectores de educación y salud, golpea continuamente la sensibilidad de expertos nacionales y extranjeros.
Para tratar de explicarse tal situación se apela inicialmente a la realidad de que, según los últimos estudios de la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, el 19,4 por ciento de la población no cuenta siquiera con recursos para alimentarse.
Se habla de una cifra de un millón 230 mil personas ubicadas en su mayoría en las zonas rurales, pero también visibles en los bolsones de pobreza que rodean las ciudades, expulsadas del campo por el latifundio, la agricultura extensiva y la falta de tierras para ellas.
Adriane Salinas, de la oficina de las Naciones Unidas en Paraguay, calificó de escalofriante la continua tendencia ascendente del número de niñas madres desde el comienzo de este siglo.
Reveló que la problemática en ese grupo está fuertemente vinculada, además, al abuso y la violencia sexual, hechos cuyo incremento consideró intolerable.
El Chaco paraguayo y la zona norte del país presentan los niveles más altos del tipo de embarazo señalado y a la cabeza de los departamentos se encuentra Alto Paraguay, con porcentaje de 30,7 por ciento de los alumbramientos.
El Estado debe garantizar el acceso a información, educación integral y salud, incluyendo servicios e insumos de salud reproductiva, de acuerdo a los planteamientos de la ONU para tratar de reducir estas cifras.
El último caso publicado fue el de una niña de 11 años, embarazada en circunstancias no precisadas, quien dio a luz en un hospital llevada por sus padres, sin atención previa durante su estado de gestación.