La Habana, 8 feb (PL) Arqueólogos y otros especialistas cubanos buscan rescatar y preservar el cementerio chino más antiguo de este país caribeño y de América, un sitio arqueológico considerado por sus notables valores patrimoniales e históricos.
De acuerdo a un artículo que publicó el diario Granma, la antigua necrópolis fue localizada recientemente en el municipio de Mariel, en la occidental provincia de Artemisa.
Según explicó el rotativo, el camposanto despierta el interés de los arqueólogos cubanos y otros especialistas vinculados al tema, pues aunque estaba registrado en la lista de lugares patrimoniales, hasta ahora no se había precisado su ubicación exacta. Su supuesta presencia solo había trascendido por la tradición oral.
Tras encontrarse varios indicios de su posible existencia, como lo fue en 1992 el hallazgo de una pieza fundida con caracteres chinos tallados cuya traducción se correspondía a la inscripción de una tarja mortuoria, en julio de 2012 integrantes de los grupos espeleológicos Marién y Guamuhaya localizaron el sitio oculto bajo una espesa vegetación, en la península de Aguada.
Los historiadores plantean que el camposanto fue creado tras la llegada en 1847 de embarques de chinos culíes contratados para trabajar en Cuba, el primer destino de la migración de ese país asiático hacia América para suplir la falta de mano de obra provocada por la prohibición del comercio internacional de esclavos.
Según una investigación del ingeniero Carlos A. Borrego, del Grupo Espeleológico Guamuhaya, y el licenciado Edel Mayol, director del Museo Municipal de Mariel, en 1861 las autoridades coloniales españolas dictaron una disposición sanitaria para desviar la llegada de embarcaciones con culíes a bordo a la bahía de Mariel, donde se construyó una estación de cuarentena.
Los investigadores han documentado hasta el momento casi un centenar de registros de entrada a cuarentena entre 1861 y 1872, lo cual supone el arribo de al menos 29 mil chinos.
Señalan que dado el hacinamiento, poca agua y malas condiciones higiénicas en que hacían la larga travesía desde el sur de China, durante el periodo de aislamiento no pocos culíes morían a causa de diversos padecimientos, fundamentalmente infecciosos.
Ello motivó la habilitación de una zona que sirviera de lugar de enterramiento a las víctimas, y así surgió el cementerio chino de Mariel, donde según estimados fueron sepultados alrededor de 290 culíes.
Aseveró el arqueólogo y Máster en Ciencias Jorge Garcell, de la vicepresidencia de Monumentos del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, que las investigaciones corroboran que se trata del cementerio chino más antiguo de Cuba y de América.