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Quito.- Con la apertura de su primera universidad de las Artes, Ecuador dio un primer paso para convertirse en una potencia cultural, a tono con la política del gobierno de construir el socialismo del buen vivir.
El arte juega, sin duda, un papel transversal en la sociedad, y sin arte y cultura no alcanzaremos jamás el buen vivir, que depende de una ciudadanía creativa y crítica de su entorno, aseguró el ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Guillaume Long, en el acto de inauguración de la flamante institución.
Es por eso que la nueva universidad que inauguró la víspera por el presidente Rafael Correa en la ciudad portuaria de Guayaquil, tiene como propósito fundamental llenar el vacío existente en la formación de artistas, creadores, críticos, profesionales de la cultura y de profesores de arte.
De acuerdo con Long, tanto Cuba como Estados Unidos, con sistemas políticos totalmente distintos, han demostrado que la existencia de universidades de las artes, y su correspondiente acompañamiento académico, enriquecen y mejoran la calidad de la producción cultural.
Tras apuntar que el arte también puede jugar un papel muy importante en la economía real de los países como generador de valor agregado y de empleos, el Ministro señaló que, según la Unesco, la industria cultural representa el siete por ciento del Producto Interno Bruto mundial.
El primer curso de nivelación de la nueva universidad comenzará el 1 de marzo con 224 alumnos, mientras que el semestre académico se iniciará en septiembre, y cuando esté a plena capacidad tendrá una matrícula de 450 estudiantes.
En una primera etapa sólo se cursarán las carreras de cine, literatura y música, mientras que el año próximo se incorporarán las de artes visuales y teatro.
Correa, por su parte, calificó la apertura de la institución de un primer paso para construir una economía basada en el talento y el conocimiento humanos, un reto que se equipara con los de convertir a Ecuador en una potencia energética y turística.
El mandatario consideró que esos objetivos económicos y sociales tienen que ir de la mano del desarrollo de la industria artística del país, en tanto contribuirá también a cambiar la matriz productiva.
En ese sentido, la Universidad de las Artes se imbrica dentro del aporte que brindarán al desarrollo de Ecuador otros tres centros de altos estudios que formarán profesores, expertos en el uso racional de los recursos naturales de la Amazonía, y científicos.
Se trata, en ese orden, de la Universidad Nacional de Educación, la Universidad Regional Amazónica y la Universidad de Investigación Tecnológica Experimental, en cuya creación el gobierno ha invertido más de mil millones de dólares.