Londres, 13 feb (PL) Si Escocia abandona el Reino Unido tras el referendo independentista, se sale también del uso de la libra esterlina, advirtió hoy el ministro de Finanzas británico, George Osborne.
Al hacer oficial una posición de la cual se habló con antelación, el titular sostuvo que Londres jamás compartiría su divisa con una Escocia escindida, eventual separación que se definirá en un referendo previsto para el próximo 18 de septiembre.
«La libra no es un bien que se pueda dividir entre dos países tras una ruptura como si fuera una colección de CD», afirmó en rechazo explícito a los pronunciamientos del primer ministro escocés, Alex Salmond, quien ha asegurado que mantendrían la misma moneda.
De acuerdo con análisis realizados por especialistas en temas financieros, indicó Osborne, compartir la divisa no funcionaría pues traería problemas en cuestiones como los empleos y la seguridad económica nacional.
En la misma línea se manifestó hoy el secretario del Tesoro Danny Alexander, quien señaló que nadie debe votar por la independencia de Escocia pensando que van a conservar la libra esterlina, pues esas afirmaciones son «pura ficción».
Por otro lado, en un hecho pocas veces registrado durante el actual mandato conservador, la oposición laborista se situó en el bando del Ejecutivo para pronunciarse también en contra de compartir la moneda.
«Existe un problema fundamental para Alex Salmond. Quiere romper con el Reino Unido y mantener la libra, aunque suponga una relación más estrecha con el Reino Unido. No se puede tener todo», indicó un portavoz de los laboristas.
La víspera, cuando se anunció que Londres haría hoy oficial el rechazo a ceder la libra, la viceprimer ministra escocesa Nicola Sturgeon acusó al Gobierno británico de recurrir a amenazas y presiones como parte de su campaña contra la independencia.
En este sentido, opinó que negar la moneda causaría graves pérdidas a empresas del Reino Unido, el cual además tendría que asumir solo la deuda británica.
Aunque hace pocos meses los sondeos daban una clara victoria a los contrarios a la separación, en las semanas recientes los favorables ganaron terreno y la distancia se ha acortado a apenas siete puntos porcentuales.
Una encuesta de la compañía ICM realizada a finales enero indicó que el 44 por ciento de los escoceses rechazan la independencia y un 37 la apoya, en tanto los indecisos, grupo calificado de decisivo, representan todavía el 19 por ciento.