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Atenas.- Los calendarios latino y ortodoxo no concuerdan en muchas ocasiones, el día de los enamorados que se celebra hoy es un ejemplo, y pese a la difusión mundial de esta efeméride Grecia apela a su propio santo en una fecha bien diferente.
San Jacinto fue un mártir de la iglesia ortodoxa que murió en la isla de Creta en el siglo I, pero Jacinto también es un nombre que remite a antiguas tradiciones precristianas y que aún son recordadas en algunas localidades del Peloponeso, como la mítica Esparta.
Dios pagano de la vegetación y la fertilidad, santo cristiano del amor, los sentimientos puros, la creación y la inspiración, cualquiera que sea su origen las tradición moderna resurge en la región cretense de Anogia y se celebra el 3 de julio.
Quienes prefieren consagrar esta celebración, en lugar de la del San Valentín católico, deben visitar la pequeña y sencilla iglesia de San Jacinto en el monte Psiloriti, construida en piedra de planta circular, a mil 200 metros de altitud y probablemente ubicada sobre un antiguo templo pagano.
Un festival se desarrolla durante tres días cada verano y en él se honra al amor y la juventud con importantes eventos culturales que en la actualidad atrae a visitantes y músicos de toda Grecia e, incluso, de otros puntos del Mediterráneo.
Dicen las fuentes locales que su patrón, más que de los enamorados, lo es de quienes perdieron el amor o para los que esperan encontrarlo, no en vano San Jacinto es el santo de la soledad y de la pasión modesta.