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Bangui.- El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) condenó hoy los actos brutales contra los niños en República Centroafricana, las víctimas más vulnerables de la omnipresente violencia intercomunitaria que desgarra al país.
Al citar un comunicado de ese programa, medios periodísticos radiales indican que la Unicef reconoció estar espeluznada por la crueldad de los autores de asesinatos y mutilaciones a niños en este país africano y cómo disfrutan esos criminales de impunidad.
En las últimas semanas se perciben niveles sin precedentes de violencia contra pequeños y adolescentes durante enfrentamientos entre las milicias antiBalaka (mayoría cristiana) y exrebeldes Seleka (predominantemente musulmán), señala el texto.
Alerta que un país no tiene futuro cuando los adultos de forma arbitraria atentan contra los niños, de los cuales se registran en los últimos dos meses 133 muertos y mutilados en la RCA.
La nota revela que la Unicef comprobó casos de menores decapitados y amputados de manera intencional, y muchos infantes heridos en combates tuvieron que ser mutilados ante la inseguridad, la cual imposibilita la llegada a tiempo a los hospitales.
El desconcierto se apoderó de la República Centroafricana desde que en marzo de 2013 una coalición rebelde de mayoría islámica, Seleka, derrocó al presidente François Bozizé y los choques tomaron un carácter confesional entre cristianos (80 por ciento de la población) y musulmanes.
Bajo ese panorama, en enero pasado la exalcaldesa de Bangui Catherine Samba-Panza sustituyó en el poder al exjefe de los combatientes de Séléka Michel Djotodia, quien tras semanas de violencia interétnica, junto a su primer ministro, Nicolás Tiangay, notificaron su renuncia en N’Djamena, capital de Chad.