Tokio, 6 mar (PL) El primer largometraje de ficción, Leji, sobre el drama vivido en la ciudad japonesa de Fukushima durante el accidente ocurrido en la central nuclear de igual nombre llegó esta semana a la cartelera nipona.
Dirigida por Nao Kubota, Camino a casa (su traducción en español) narra la historia de una familia de agricultores obligada a vivir en las «kasetsu jutaku», locales prefabricados para albergar a los evacuados procedentes de los municipios aledaños a la catástrofe ocurrida hace casi tres años.
La película, exhibida en el pasado Festival de Berlín, fue rodada en zonas con acceso restringido de localidades cercanas a Fukushima Daiichi, regulaciones que aún permanecen vigentes en áreas ubicadas hasta 15 kilómetros de distancia de la planta nuclear.
Pese a que en la Berlinale su director explicó que la cinta no pretende criticar el uso de la energía atómica, medios nipones ya la consideran una obra antinuclear por el mensaje que transmite sobre las consecuencias de esa tragedia.
Expertos coinciden en que el accidente provocado por el terremoto y tsunami de 2011 en la central de Fukushima es el peor desde Chernóbil (Ucrania) en 1986, en tanto las emisiones radiactivas resultantes aún mantienen evacuadas a unas 50 mil personas que residían en torno a la planta.
Además generó afectaciones graves a la agricultura, ganadería y pesca local.
Sin embargo, algunos reportes de prensa apuntan a que el Gobierno parece decidido a reactivar progresivamente las centrales nucleares que fueron detenidas a raíz del accidente, a pesar de que el 40 por ciento de los nipones se muestran contrarios a tal decisión según una encuesta publicada recientemente.