Washington, 13 may (PL) La Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense ha desplegado su labor de espionaje a nivel global gracias a la implantación de herramientas clandestinas en routers, servidores y otros equipos de redes informáticas, reveló el periodista británico Glenn Greenwald.
De acuerdo con un extracto del nuevo libro de Greenwald, No Place to Hide, la NSA ha manipulado durante años ese tipo de equipamiento fabricado en el país antes de entregarlo a clientes en distintas partes del mundo.
Tras recibir los dispositivos, la agencia implanta herramientas de vigilancia, vuelve a empaquetarlos con un sello de la fábrica y los envía al extranjero.
Finalmente, el dispositivo incrustado se conecta a la NSA y de esta forma, la agencia de espionaje obtiene acceso a redes enteras y a todos sus usuarios, escribió Greenwald, el primer reportero en publicar las revelaciones del extécnico de la CIA, Edward Snowden.
Contrasta el periodista que durante años, Washington advirtió al mundo de manera reiterada contra el uso de dispositivos chinos por las mismas razones, al alegar que los aparatos fabricados en el gigante asiático podrían resultar una «amenaza» y que, supuestamente servirían a Beijing para espiar a cualquier persona que usara sus equipos.
Recuerda que en 2012, un informe del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos afirmó que las dos principales empresas de equipos de telecomunicaciones de China, Huawei y ZTE, «podrían estar violando las leyes norteamericanas».
Sin embargo, los documentos de la NSA revelan que han sido los propios estadounidenses los involucrados en las actividades por las cuales la Casa Blanca levanta su dedo acusador contra los chinos, apuntó Greenwald.
Snowden reveló a mediados de junio de 2013 centenares de miles de documentos que constataron el programa de fisgoneo de las comunicaciones telefónicas y digitales nacionales y de gobernantes, empresas y ciudadanos de 35 países por parte de Washington.
El escándalo llevó a un escrutinio de las prácticas de la NSA, mientras que el presidente Barack Obama emitió una directiva con nuevas reglas para la recolección de datos, además de prometer que los servicios de inteligencia cesarán de controlar las comunicaciones de líderes de los países aliados.
Sin embargo, el Ejecutivo dejó en claro que las operaciones de espionaje continuarían en todo el mundo.