Papa Francisco cumple rito musulmán en la mezquita sagrada de Al Aqsa

Ramallah, 26 may (PL) El papa Francisco fue recibido hoy en la mezquita de Al Aqsa, el día que se observa Isra y Mi´raj, el ascenso al cielo del profeta Mahoma desde ese lugar, localizado en Jerusalén ocupada por Israel.
Antes de penetrar en el santuario, Francisco se descalzó, como indica la liturgia musulmana a sus seguidores antes de iniciar las plegarias, parte de un rito que incluye las abluciones de la cara, axilas, manos y pies, como símbolo de purificación.
El Gran Muftí de Al Aqsa, Mohamed Hussein, recibió al cabeza de la Iglesia católica apostólica romana a la entrada del templo, uno de los tres lugares más sagrados del Islam junto a las ciudades sauditas de Meca y Medina.
En la jornada de este domingo el Sumo Pontífice ofició una misa ecuménica en la ciudad cisjordana de Belén, a la que asistieron unos ocho mil fieles, poco después de detener de improviso su caravana y bajarse a meditar en el muro de la ignominia, construido por Israel para dividir a la Cisjordania.
La valla se extiende más de 720 kilómetros, es conocida como muro del apartheid, cercena 10 por ciento del territorio de la Cisjordania y según datos del Banco Mundial cuesta más de 800 millones de dólares anuales a la precaria economía palestina.
El Papa descendió del auto en que viajaba, abrazó el muro al pie de una de los cientos de torres de vigilancia de los ocupantes israelíes y se persignó antes de continuar viaje.
A su llegada a Belén el prelado se entrevistó con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, que lo esperaba en el helipuerto donde descendió la aeronave que lo transportó desde Jordania, primera escala de su periplo, descrito como «peregrinaje de oración», sin pasar por Israel.
En el recorrido Francisco incluyó la visita a un campamento de refugiados, algunos de ellos descendientes de las más de 700 mil personas expulsadas a sangre y fuego de sus casas y tierras por las milicias terroristas sionistas durante la Naqba, como llaman los palestinos a la fundación de Israel el 15 de mayo de 1948.
Poco después, el Vicario de Roma fue recibido en Tel Aviv por el presidente israelí, Shimon Peres, cuyo cargo es ceremonial, al que invitó a orar en el Vaticano junto a su homólogo palestino, Mahmoud Abbas; y el primer ministro israelí,Benjamin Netanyahu.
Abbas y Peres aceptaron la invitación y el encuentro puede ocurrir el próximo 6 de junio, acorde con trascendidos.
Francisco afirmó: «pienso con tristeza en aquellos que han perdido la vida en Bruselas», en alusión a las víctimas de un ataque por dos desconocidos que abrieron fuego frente al Museo Judío en Bruselas, la capital belga, y mataron a tres personas antes de darse a la fuga.
Asimismo declaró que Israel tiene derecho a existir en paz y a florecer, al igual que los palestinos en su estado independiente en el que puedan vivir con dignidad.
La visita a Jerusalén, que incluye una parada en el Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado para los judíos, es una las últimas actividades del Sumo Pontífice en su viaje a Tierra Santa, el primero que realiza desde su ascenso al trono de Pedro, y durante el cual se reunió con los prelados ortodoxos en Jerusalén.

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