La revisión integral de 86 libros de texto de primaria que hizo la Academia Mexicana de la Lengua (AML) en los últimos ocho meses concluyó que el contenido estaba dirigido a buscar resultados, pero menos a formar a los alumnos y “una educación así necesariamente fracasa”, aseveró el director de dicha academia, Jaime Labastida.
Al concluir esa revisión, la SEP recordó que después de detectar 117 errores ortográficos, además de fallas gramaticales y de sintaxis, en agosto de 2014 saldrá la nueva generación de textos, en los que no sólo “se enderezaron” los acentos, comas, dedazos o fechas equivocadas, sino que ahora la dependencia tiene la certeza de que esos libros “respetan el idioma y sus normas”.
El secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, aseveró que ahora esos nuevos materiales están libres de errores, porque el trabajo con la Academia Mexicana de la Lengua fue minucioso.
“Esta alianza significó un aprendizaje mutuo, debido al reto para incluir los distintos saberes pedagógicos y el correcto uso del español, con el fin de determinar la expresión más pertinente para llevar con claridad los conocimientos a los alumnos de todos los rincones del país”, puntualizó.
Durante una breve ceremonia, en la que rechazó responder las preguntas de los medios de comunicación, el titular de la SEP aseguró que sería imposible lograr la calidad educativa sin libros actualizados y bien elaborados.
“No puede existir calidad educativa si los textos no se convierten realmente en herramientas que ayuden a pensar adecuadamente, lo que presupone conocimiento y uso preciso de nuestro idioma”, subrayó.
Recordó que tras la firma de convenio con la AML en agosto de 2013, el proceso de revisión primero se concentró en corregir los errores ortográficos, pero al ver que también había fallas gramaticales y de sintaxis, “poco a poco se fue transformando en un proceso de análisis integral”.
El director de la Academia Mexicana de la Lengua informó que “al examinar los libros de texto advirtió que algunos de ellos ponían énfasis en la memorización”, cuando hoy se requiere poner el acento en la formación, más que en la información.
Dijo también que hallaron libros que en vez de generar la inquietud, la duda, el asombro y el razonamiento entre los alumnos, se concentraron en el saber, dejando a un lado la indagación que debe adquirir todo alumno en su formación académica.
“Se trata de libros que acentúan la respuesta y no la pregunta, el resultado y no el método.
Los libros que reciben el nombre de Exploración de la naturaleza y de la sociedad son cualquier cosa menos un proceso real de exploración, que debiera poner en práctica la curiosidad y la búsqueda de nuevas respuestas”, afirmó.
Labastida criticó los libros elaborados cuando el yerno de Elba Esther Gordillo, Fernando González, fue el subsecretario de Educación Básica, señalando que carecían de ejercicios para poner en práctica un método racional para transformar a la naturaleza.
“Hay conocimientos que podríamos denominar políticamente correctos”, pero “es difícil, si es que no imposible, encontrar en ellos la palabra razón”, porque no ofrecen la posibilidad de transformar “racionalmente a la naturaleza.” En tanto que en los textos de español, la AML concluyó que se puso énfasis en acelerar el acto de la lectura para que el niño leyera más palabras por minuto.
“Pero no insiste en la comprensión de lo leído, menos aún en el placer que proporciona la lectura”, lamentó.
Además, consideró absurdo que la educación física tenga un libro para “enseñarla” de modo teórico, pidiendo saber las dimensiones de una cancha en vez de poner a los alumnos a practicar un deporte.
En tanto, la subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez recordó que hubo libros que se revisaron, que se corrigieron y que salen revisados y corregidos.
“Como yo dije que no podíamos volver a publicar porque no eran libros adecuados, esos libros se volvieron a hacer. Son los de primero y segundo (de primaria), toda la colección de matemáticas, son los libros de formación cívica y ética y son los libros de historia”, recordó.
El titular de la SEP detalló que el próximo ciclo escolar habrá nuevos libros de Arte, Español, Historia, Educación Cívica, Ética, Educación Física y volúmenes de lectura renovados en primaria y materiales para preescolar.
Proponen nuevos planes de estudio Luego de ver esa serie de libros que no propician el aprendizaje y formación de los estudiantes de primaria, Labastida propuso a la SEP diseñar nuevos planes de estudio en los que se enseñen menos temas, pero con más calidad.
“Para obtener mejores resultados será necesario restar, no aspirar a una enseñanza enciclopédica, sino funcional. Lo menos habrá de ser más, menos materias, más énfasis en la duda y en la indagación”, así como más horas de lectura con libros que despierten la imaginación y la inteligencia de los niños.