Washington, 30 may (PL) Representantes demócratas en Estados Unidos advirtieron hoy a la contraparte republicana que el tiempo se agota para la aprobación de una reforma migratoria integral antes de que concluya el próximo verano.
Los congresistas colocaron un reloj de arena durante una conferencia de prensa efectuada este viernes muy cerca del Capitolio y exhortaron a dar luz verde cuanto antes a una iniciativa que permita regularizar el estatus migratorio de unos 11,5 millones de personas sin papeles.
Cada grano de arena de este reloj significa una persona deportada porque no hemos hecho nada para aprobar la reforma migratoria, remarcó el representante demócrata por Nueva York, Joe Crowley.
De acuerdo con cifras oficiales, el Gobierno del presidente Barack Obama ha expulsado del país en sus cinco años de gestión a más de dos millones de indocumentados.
Los del llamado partido azul fijaron en el próximo 4 de julio, Día de la Independencia nacional, como fecha tope para que la oposición conservadora decida someter a votación un proyecto de ley en la Cámara de Representantes encaminado a solventar el tema.
De no haber acción esperamos que el presidente utilice sus poderes legislativos para frenar las deportaciones de inmigrantes, advirtió por su parte el demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez.
El pasado 22 de mayo, cuatro senadores demócratas alertaron que si la mayoría republicana en la Cámara baja evade analizar la reforma migratoria antes del próximo receso veraniego, el Ejecutivo usaría sus facultades para legislar al respecto.
El jefe de la mayoría demócrata en la Cámara alta, Harry Reid, junto a sus correligionarios por Nueva York, Charles Schumer, Dick Durbin (Illinois) y Patty Murray (Washington), subrayaron que los del partido rojo disponen de seis semanas hasta el inicio de las vacaciones en agosto.
Si no hay reforma migratoria para ese entonces, entonces el presidente Obama actuará por su cuenta, advirtieron.
Una amplia coalición de miembros de los sectores empresarial, religioso, sindical y otros a nivel nacional, muestran un frente común a favor de modificar las leyes migratorias.
Desde junio de 2013 los conservadores de la Cámara baja se niegan a discutir el proyecto de ley aprobado por el Senado, al considerarlo una «amnistía» para las personas sin papeles. Semanas atrás, los republicanos anunciaron algunos principios para la entrega de permisos de trabajo a inmigrantes, pero persistieron en su negativa a que opten por la naturalización.