Las aspiraciones de Pemex de una mayor injerencia en Repsol prácticamente desaparecieron.
Ayer, la paraestatal anunció que venderá un 85.5 por ciento del total de las acciones que tenía en la empresa española.
Esto representa el 7.86 por ciento de un total de 9.19 por ciento de su participación accionaria para quedarse así con sólo el 1.33 por ciento.
Se trata de 104 millones 57 mil 57 acciones que serán vendidas hoy entre inversores.
Esto equivale a 2 mil 171 millones de euros, lo que significaría para Pemex una ganancia de 189 millones de euros si se toma en cuenta el precio al que compró cada una de las acciones en diferentes momentos.
La participación de la paraestatal en Repsol data de 1979 (cuando era Petronor), pero fue en agosto de 2011 cuando amplió su porcentaje de 5 a 9.5 tras un convenio con el accionista Sacyr Vallehermoso para lograr una mayoría en el consejo de administración.
Así, trató de incidir, sin éxito, en la administración de Antonio Brufau, y el convenio se disolvió.
Sacyr se deshizo de la mitad de sus acciones, mientras que Pemex y Repsol alcanzaron un acuerdo de transferencia tecnológica.
Raymundo Tenorio, director de la carrera de Economía de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, dijo que, con la venta, la paraestatal pierde la posibilidad de hacer una alianza madura que detone negocios de cara a la reforma energética.