Asunción, 5 jun (PL) Con la aprobación de una genérica declaración final y varias resoluciones especiales, finalizó hoy aquí la 44 Asamblea Ordinaria de la OEA cuyo momento más destacado fue el respaldo a Cuba de Latinoamérica y el Caribe.
Ese apoyo dejó aislado a Estados Unidos en su propósito de evitar la expresión del deseo mayoritario de invitar a Cuba a la próxima Cumbre de las Américas, a celebrarse en Panamá en abril del próximo año.
El documento final llama a los Estados a comprometer sus esfuerzos para erradicar el hambre y la pobreza y en particular la pobreza extrema, combatir la inequidad, la desigualdad, la discriminación y la exclusión social.
Igualmente a impulsar políticas públicas para fortalecer los derechos humanos y la participación en la sociedad de todas las personas, en particular aquellas en situación de vulnerabilidad, aunque no propone medidas concretas para ello.
Los planteamientos, muy parecidos a los hechos en anteriores ocasiones sin que se hayan convertido en realidades, hablan de garantizar la plena equidad de género de acuerdo con los compromisos internacionales, violados una y otra vez a los largo de los años.
Sin embargo, y evidentemente para satisfacer un interés del Estado sede de la reunión, se incluyo la exhortación a impulsar y fortalecer alianzas público-privadas, mención que hizo recordar la privatizadora ley de ese tipo que ha causado tantas protestas en Paraguay.
Por unanimidad se acordó reclamar a Gran Bretaña la realización de conversaciones sobre la situación en las islas Malvinas con énfasis de casi todos los oradores en el respaldo a la soberanía argentina sobre esos territorios ocupados por la fuerza.
También se aprobó con varias reservas -entre ellas las de Paraguay y Estados Unidos- el documento presentado por Brasil que condena toda discriminación por razones de preferencia sexual, color de la piel y género.
Fuertes críticas se hicieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por sus relatorías sesgadas y vergonzosas, como planteó la representación de Ecuador y se pidió fortalecer la Corte del mismo nivel para evitar el uso de la Comisión por intereses extraños a la región.
Una declaración favorable al logro de la paz en Colombia fue otro de los acuerdos alcanzados después que los cansados jefes de delegaciones almorzaron con el presidente Horacio Cartes.