Bruselas, 5 jun (PL) En medio de intentos de aislar a Rusia por su posición en la crisis ucraniana, el presidente estadounidense, Barack Obama, sugirió hoy a suspensión por Francia de un contrato con Moscú para venderle portahelicópteros Mistral.
Tras una reunión en esta capital con el primer ministro británico, David Cameron, Obama expresó su preocupación por la decisión de París de ratificar un contrato con Rusia para producir dos Mistral en suelo francés.
Obama llamó ayer a actuar con una sola voz ante Rusia a sus socios del Grupo de los Siete (Francia, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Canadá, Japón e Italia), en medio de diferencias surgidas al analizar posibles sanciones contra el Kremlin.
Las potencias occidentales aplicaron restricciones contra el estado euroasiático por su posición en la crisis ucraniana, desatada tras el apoyo de Occidente a protestas violentas en Kiev que desembocaron en una ruptura constitucional el pasado 22 de febrero.
Sin embargo, las naciones europeas se limitaron a crear una llamada lista negra con funcionarios rusos, privados de viajar a Europa y a quienes se les congelaron cuentas bancarias, mientras Washington fue más allá y castigó a empresas rusas específicas.
Durante una segunda jornada de la cumbre del G-7 en esta urbe, el jefe de la Casa Blanca retomó la necesidad de reforzar las restricciones aplicadas a Rusia, opuesta a reconocer a las autoridades golpistas ucranianas.
El proyecto Mistral también prevé la producción bajo licencia gala de otras dos naves en fábricas rusas, según un acuerdo multimillonario firmado en 2011.
Medios de prensa locales consideran que Rusia podría situar a uno de los portahelícópteros en su flota del mar Negro y a otro en la del océano Pacífico.
La clase Mistral son buques multipropósito de la Armada francesa y pueden participar en operaciones de desembarco y portar más de 10 helicópteros, cuatro barcazas, 30 vehículos de combate y hasta 450 soldados.